En el colegio desde hace semanas los alumnos están decorando pasillos y aulas. Con sus manitas están construyendo un enorme árbol, a base de rollos de papel higiénico que van decorando con esmero, dibujos, cintas, todo es poco para que el centro luzca con los mejores adornos. Todos y cada uno de los alumnos que allí estudian colaboran. Poco importa su etnia, cultura o religión, todos preparan los adornos navideños.
Y sí, aquí me hallo de nuevo dando vueltas al tema Religión. Aviso al principio por si alguien no tiene interés en el tema para que no se moleste en seguir leyendo. Yo como siempre digo respeto todo tipo de opiniones, culturas, credos y religiones. Pero eso no quita que me fastidien ciertas actitudes y comportamientos.
Ya sabéis que mi hijo, por decisión de su padre y mía, no cursa religión. En su lugar esa hora semanal la ocupa con lo que en el centro gustan llamar Alternativa. Es decir, perdemos el tiempo / nos entretenemos con la pizarra digital / nos vamos al aula de psicomotricidad a hacer el burro, en definitiva actividades varias sin definir. El curso pasado esto me enfadaba enormemente, a día de hoy he decidido ignorar el tema pues ya me estoy ocupando yo en casa de que el niño no pierda el tiempo. Lástima que en el centro no opinen de la misma manera.
Nosotros no somos creyentes y el niño no está recibiendo formación religiosa. Pero no le podemos apartar -aunque a veces no nos faltan ganas- de la sociedad en la que vive, y lógicamente celebramos la Navidad, aunque de una manera muy sencilla, sin grandes festejos, sin conceder excesiva importancia al evento histórico (el nacimiento de Jesús) aunque desde luego sin ignorarlo. Rayo conoce la historia del niño Jesús, el motivo por el que se celebra la llegada de los Reyes Magos y la razón por la que se celebra esta festividad. Punto y final. De la misma manera también celebramos Papá Noel, y no damos más importancia al tema. El niño es feliz, disfruta y todo es sencillo.
En el colegio se sigue diferenciando entre los que estudian religión y los que no. Y con la llegada de la Navidad también. Aún recuerdo las palabras de un profesor de Infantil, cuando sacamos el tema el curso pasado de por qué los niños no podían cursar una asignatura de alternativa como tal. Ese profesor nos decía que tampoco podíamos apartar a los niños de la realidad social que los rodea y por supuesto no podían escapar del tipo de país en el que vivíamos. No puedo estar más de acuerdo con estas palabras. Lo que me sorprende -y fastidia, por qué no decirlo- es que después no se cumpla está máxima.
Los niños de religión han hecho una decoración diferente, al resto del alumnado. Ellos han participado en un concurso de Belenes que se celebra cada año. Parece que a ese concurso no tiene derecho mi hijo, que cursa alternativa. La entrega de premios de ese concurso de Belenes se celebra en un circo... y si eres miembro del AMPA no pagas entrada. Los padres de los niños que no cursan religión no hemos recibido ninguna nota sobre este tema. Yo me he enterado por una de las mamás amigas. Ahora me asaltan muchas preguntas. ¿Mi hijo puede ir al circo a ver la entrega de premios?, y si puede ir, ¿por qué motivo no hemos sido informados?
Y ya en este punto también podría ponerme puntillosa y puñetera, ¿por qué no? Yo soy miembro del AMPA, pago mi cuota anual. Mi cuota se emplea también para los eventos de religión.... y así nos podríamos poner intolerantes. Pero yo no digo nada, yo trago, mi hijo no irá al circo y si se me ocurre abrir el piquito en la próxima reunión me tacharán de radical e intolerante.
Y por si alguien no lo tiene claro, el colegio de mi hijo es público, laico se supone, donde asisten alumnos de diversas nacionalidades, culturas y religiones. ¿Todos iguales? Lo dudo mucho.