El Camino de Santiago fue muy concurrido durante toda la Edad Media y las grandes oleadas de peregrinos procedentes desde diferentes puntos de Europa fueron definiendo lentamente una gran variedad de caminos que quedaron marcados por un reguero de iglesias y hospitales que se construyeron en los pueblos y tierras de paso. Los Caminos de Santiago históricos más importantes son:
Camino Francés - Es la ruta más popular y frecuentada. Casi todos los peregrinos procedentes de distintos puntos de Europa atravesaban Francia y acababan confluyendo en alguna de las cuatro vías francesas. Entra a España por Pirineos, por Somport en Aragón o por Roncesvalles en Navarra. Está declarado Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO.
Camino Primitivo – Nace en Oviedo. Es el camino donde comenzó la primera peregrinación, con el traslado del cuerpo del Apóstol Santiago a la ciudad de Compostela. El rey Alfonso II fue el primer peregrino conocido que realizó esta ruta.
Camino del Norte - Fue la ruta más importante hasta el s. X. Transcurre a lo largo de la costa cantábrica.
Vía de la Plata – Utiliza las antiguas calzadas romanas que unían Mérida y Astorga, donde se funde con el Camino Francés. Se puede considerar que comienza en Sevilla y es la ruta usada por los peregrinos que parten de Andalucía y Extremadura.
Camino Inglés – Los peregrinos procedentes de las islas británicas o de tierras escandinavas llegaban en barco y desembarcaban en Ferrol o A Coruña, desde donde continuaban hasta llegar a Santiago de Compostela.
Camino Portugués – Llega desde el sur, por la costa o por el interior.
Ruta Marítima – Es la que recorre la misma ruta que los restos del Apóstol Santiago, desde la Ría de Arosa.
Aunque como se suele decir, al final “hay tantos caminos como peregrinos” y la ruta hasta Santiago de Compostela comienza en casa de cada uno.