Prologado por Fredo Arias de la Canal, empresario mexicano, cuyas raíces primeras se encuentran en Teverga (Asturias) y Liébana (Cantabria), primo carnal de la ex diputada nacional socialista Luzdivina Arias y de Berta Arias, impulsor del hispanismo en aquel país centroamericano, apasionado por la literatura, autor y editor de nuevos valores literarios, me hacía llegar a mediados de la década de los noventa del pasado siglo, un pequeño libro de Nina Yomeroswka. En un primer momento mediataba llevarlo a la sección de nuestro blog "De 100 en 100", pero rompería el encanto y el misterio que encierra este pequeño tesoro. Quizá no esté acertada en todas, pero se acerca mucho. Y a punto de culminar la década nos viene de perlas recordarnos cosas que habitualmente soslayamos. ¡Que ustedes lo disfruten!
- No existen armas ni métodos para combatir la terquedad.
- Hay seres que viven en la miseria, por miedo a ella.
- Y hay familias que más bien se les podría llamar "mafilias".
- ¿Quieres tener amistades? Nunca digas las verdades.
- La avaricia para el rico es como el bozal para el asno; trae cargando la alfalfa pero no puede comerla.
- Hay quienes al casarse sólo buscan contrincante.
- La vida es un contínuo afán por lograr que el dinero pase del bolsillo ajeno al propio.
- El único amor que dura toda la vida es el amor propio.
- Todos nacemos con un grillete.
- El sentido del humor es indispensable para la vida y la salud>>.
- Todos somos muy aptos dando consejos y resolviendo los problemas ajenos, pero no podemos con los nuestros.
- Hay quienes todo lo esperan de los demás, pero curiosamente, esos son incapaces de hacer nada por nadie.
- La envidia del que carece de todo es un sentimiento muy natural. Pero hay quien teniéndolo todo quisiera que los demás no tuvieran nada.
- Es mejor saber disfrutar de lo que se tiene que sufrir por lo que no se puede tener.
- De qué sirve que nos dieran el don de la palabra, si cuanto más hablamos menos nos entendemos?...
- Con la abolición de la pena de muerte los únicos que tienen garantizada la vida son los asesinos.
- La conciencia es un juez insobornable.
- Las mujeres demasiado dulces empalagan, muy saladas escaldan y desabridas, cansan. Por eso los hombres quieren probar un poco de todas.
- Nadie practica lo que predica.
- Nunca hay que dar a alguien más de lo que se merece, porque enseguida se cree que merece más de lo que le dieron.
- La soledad es la mejor compañera; no estorba, no molesta, no ofende, no fuma ni pide nada y ayuda a encontrarse a sí mismo.
- Un desmemoriado dijo que la memoria era el patrimonio de los tontos.
- Algunas inteligencias funcionan como algunas calles, en un solo sentido. Hay quienes tienen una extraordinaria inteligencia.
- Para apreciar lo bueno hay que conocer lo malo.
- Cómo podemos esperar la misericordia de Dios, si no la tuvo con su propio hijo.
- El noventa y nueve por ciento de las mujeres al casarse procuran sacar de su casa a la familia del marido y meter a la suya.
- El amor es una enfermedad, con la ventaja sobre otras, que no puede hacerse crónica.
- La maldad es más fuerte que la bondad. Por eso en un mundo de lobos los corderos serán devorados.
- La iglesia siempre se resistió a permitir la incineración de los cadáveres;¿Será por tantos cuerpos vivos como incineró durante la Inquisición?.
- El suicidio no sólo debería estar permitido sino organizado. Ya que uno no escogió su vida, por lo menos que pueda escoger su muerte.
- La vida es una escuela en la cual nunca llegamos a graduarnos...