Es algo que mucho no confesarán nunca, bien por estar casados o bien por ser más sosos que un Ministro de Hacienda, pero todos los hombres queremos ser Hank Moody.
Ya no os digo nada si encima sois escritores. Es el sueño de todo tipo vivir de las rentas de un libro ( que originariamente se llamaba "Dios nos odia a todos" y que fue transformado en una película llamada "Esa cosita llamada amor" y que le dio fama y dinero), en una ciudad costera americana, complaciendo a simpáticas mujeres y sintiéndose un hombre libre hasta para equivocarse.
Realmente Hank Moody es un perdedor, un "loser" con encanto. Ese encanto que no tienen los escritores que todos conocemos ni los que se creen que por escribir cuatro mierdas para cuatro amigos son la reostia.
Nadie me podría decir que ese David Duchovny, que me marcó la juventud en Expediente X junto a la pelirroja Scully en su papel de Mulder, podría interpretar otro papel que me llenara más todavía, que me marcara, que me hiciera venerarle cual fan de Justin Bieber, pero con tripa cervecera.
Esta serie me llegó por casualidad que es como llegan las cosas mejores. Una amiga, Raquel, me recomendó su visualización y nunca podré estarle más agradecido por tal descubrimiento.
Californication es una serie que tiene pocos personajes fijos y alguno variable por temporada.
Los fijos son el de Hank, su ex-mujer y madre de su hija, su hija, su representante y la ex-mujer (mujer) de su representante. Son todos personajes ricos, nada planos y que te hacen pasar de la carcajada a la reflexión súbitamente.
Si me preguntaran por el género de esta serie no podría responder uno de manera categórica.
Es una comedia con toques dramáticos. Es una descripción de una vida anormal dentro de la normalidad.
Es romántica.
Al final es ese el principal factor : el amor. Son todo historias relacionadas por el amor a sus ex-parejas, a su hija, a sus amantes a la libertad...
La relación fundamental es la que tiene Hank con su ex-mujer la adorable, deseable, venerada y maravillosa Karen. Es preciosa la complicidad, los perdones, el amor que derrochan, la sensualidad de sus miradas, una relación que parece indestructible.
El papel de su agente, el calvo y obseso Charlie Runkle es memorable. Los momentos más divertidos en la serie los ofrece él. La ex-mujer de este y la hija de Hank completan el quinteto protagonista.
Cualquiera podría decir que un escritor de éxito, que puede estar con la mujer que quiera, debería ser totalmente feliz y no es el caso. La adicción a las mujeres le dará problemas judiciales y el amor no consolidado de manera tradicional con Karen le producirá una tristeza crónica que le hará recogerse en las drogas y el alcohol. También seguramente en la promiscuidad. Es un tema de soledad encubierto.
Yo seré un tipo raro pero con esta serie me sucede como con The Walking Dead, me lleva a la reflexión sobre el ser humano y sus comportamientos y lo extrapolo insanamente a mis situaciones puntuales sufridas o vividas.
No dudo en decir que es la serie que más me entretiene, que en ningún momento me ha parecido que tenga una temporada floja, que me apetece siempre verla.
Estamos en la séptima temporada y parece que será la última. Es de esas series que se echan de menos. Me ha pasado con House y Friends, algo menos con Como conocí a vuestra madre. Con esta me sucederá seguro.
Yo os recomiendo que la veáis, se aprende mucho de lo que se quiere ser, de lo que hay que hacer, de lo que no hay que hacer, de como amar, de como no amar y de como siempre en la vida hay una escala de valores y que cada uno tiene la suya.
Incluso los golfos aparentemente indolentes y frívolos podemos ser más románticos y fieles a un amor que los que van de maridos perfectos y van todos los domingos a misa.