Otra vez las calles de Santiago desbordan de jóvenes con carteles, trompetas, redoblantes, máscaras de gas, con sus cuerpos pintados, sus camisas intervenidas, en bicis, hasta en rollers y con banderas chilenas y mapuches. Esa alegría no sólo viene de la potencia de tomar la calle, sino que revela que nadie está agotado después de casi una semana de movilizaciones continuas. Al contrario: cada cartel, cada expresión de cada joven chileno grafica que tal vez por primera vez se sienten protagonistas de su propia historia.
Hay violación de Derechos Humanos, todos los días, esto no es algo que parece, es algo que es, que sucede. Por eso necesitamos de la colaboración internacional, necesitamos que haya declaraciones contundentes sobre lo que está pasando en nuestro país con este virtual estado de sitio.Constanza Schonhaut - Instituto Nacional de Derechos Humanos (Indh)
El lado oscuro de esta misma revolución es la cantidad de muertos, heridos, desaparecidos y torturados que no sólo es alta, sino que es todavía una incógnita. Los gases y balas de este último jueves de paro general no alcanzaron la violencia de otras represiones, acaso porque el gobierno no dimensionó una marcha tan masiva o empieza a darse cuenta que la represión no es salida para nadie.
Aumentó la difusión vía redes de videos que muestran la brutalidad de sus represiones, hasta ejecuciones e incendios y saqueos perpetrados por los mismos carabineros. Y otra vez la censura de las plataformas juegan en contra de los pueblos.
En otro intento de saltar esta censura, se inauguró la cuenta Instagram: https://www.instagram.com/represionenchile/ para recopilar y asegurar la permanencia de gran parte de los videos publicados durante estos días y mantener en la memoria los montajes y abusos policiales y militares. Se solicita difundir el enlace o las publicaciones del Instagram. Aún falta publicar videos, pero se está trabajando en eso y hay respaldos en varias partes del mundo por si llegan a hackear la página o borrar su contenido.
El Instituto Nacional de Derechos Humanos reportó que solamente ayer 24 de octubre hubo casi 3 mil personas detenidas en todo el país; 582 personas heridas, de las cuales 295 lo fueron con armas de fuego. En el centro de Santiago trascendió que hay 40 personas heridas con perdigones (los perdigones son municiones policiales de 6 milímetros de metal recubierto con goma) por eso tantos heridos han perdido la visión de uno de sus ojos. La comisión de DDHH del Senado solicitó a los uniformados la no utilización de perdigones. Sin embargo, las razones de la represión no platican con el parlamentarismo.
La situación es impredecible, no hay con quien negociar. Tienen un ministro del interior que fue mano derecha de Pinochet, que si viviera en otro país estaría preso, el gobierno no ha cedido no un milímetro. Lo único bueno es que cada vez hay más gente en la calle y nadie quiere volver a trabajar, el ánimo de la gente no decae.
Cacerolas en mano y dignidad en el corazón, la insurrección popular en Chile se suma a la ola de resistencia latinoamericana que marca el último trimestre del año 2019.