En el día a día, todos somos defraudadores; a veces inconscientemente
Todos somos defraudadores
unos más que otros
Lo de que todos somos defraudadores en mayor o menor medida es algo que siempre me ha rondado la cabeza, y como se diría en la Biblia: “Quien esté libre de pecado que tire la primera piedra”
Muchos son los que se rasgan las vestiduras en discursos políticos o en simples comentarios, anónimos o no, en las redes sociales criticando a quien defrauda o a quien hace esto o hace lo otro. Es lo de siempre, y creo que también lo decía la Biblia: “vemos la paja en el ojo ajeno pero no la viga en el nuestro”.
Las últimas críticas que recuerdo haber visto por la red estaban focalizadas a la prescripción de delitos. Todo el mundo escandalizado por el hecho de que prescriban los delitos (incluso los económicos) por el simple paso del tiempo. Personalmente creo que es una de las medidas de nuestro ordenamiento jurídico completamente necesaria; cierto que como en todo, hay casos más justos que otros, pero ¿qué ocurriría si nada prescribiese? Lo primero: si ya se cometen errores judiciales investigando cosas recientes, ¿qué no pasaría si nos ponemos a investigar cosas de hace décadas cuando las pruebas ya se han diluido en el tiempo? ¿En qué nos basaremos para juzgar? ¿En declaraciones de testigos?
Pero los que suelen criticar la prescripción serían los primeros en escandalizarse si, por ejemplo, Hacienda les enviara una paralela de la renta de 1985… ¿no? ¿o todos guardamos la documentación que justificaba que esa renta la presentamos declarándolo todo a la perfección? Creo que ya supone bastante problema que nos puedan reclamar cosas de 2007, pero claro, es una opinión personal.
En el Blog recibo muchas consultas de personas que, por necesidad, dejaron de pagar a la seguridad social hace unos años y les llegan ahora unos embargos a la cuenta. La primera pregunta es “¿la deuda no ha prescrito?” Y es que… que levante la mano el primero que pagaría algo que dejó a deber a la seguridad social (y hablo de necesidad, no de fraude programado) hace diez años, por poner un ejemplo.
Pero cuando digo que todos somos defraudadores no solo quiero hablar de prescripciones… en el día a día se cometen fraudes de todo tipo, unos han racaneado el IVA al fontanero, a otros les corta el pelo la vecina, que desde luego no paga ningún tipo de licencia ni declara ingresos, pero a cambio se lo corta más barato, otros buscan enchufe en alguna empresa para que contraten a su hijo… sí, eso también es defraudar aunque no hablemos de impuestos… otros piratean sin rubor el Canal Plus, o le piden a unos rumanos sin papeles que les hagan el muro del chalet a 5 euros la hora.
Tal vez usted, querido lector, no esté en ninguno de los perfiles que he comentado antes y no se sienta aludido en eso de ” todos somos defraudadores “, pero antes de clamar al cielo o de insultarme de alguna manera insospechada, analice su situación en profundidad, porque hay muchas más cosas en las que se defrauda, y a veces lo hacemos incluso inconscientemente…
… comprar en el top manta es defraudar…
…bajarse una canción o una peli de internet es defraudar…
…utilizar el Word o el Photoshop sin haber pasado por caja…
En fin, hay miles de cosas que se hacen a diario que son pequeños fraudes más o menos consentidos, o más o menos justificados, porque los seres humanos siempre intentamos justificar nuestros actos, incluso los más rastreros.
Antes de dejar comentarios quiero recordar de nuevo a mis lectores que no se encuentren incluidos en la categoría de “todos somos defraudadores” eso de “quien esté libre de pecado, que tire la primera piedra”
Ramón Cerdá
Escrito por Ramón Cerdá en El Blog de Ramon. Si no estás leyendo esto en El Blog de Ramon, el artículo original lo encontrarás aquí …http://elblogderamon.com/todos-somos-defraudadores/.Entradas relacionadas:
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La entrada ¿Todos somos defraudadores? Siempre nos escandalizamos en la piel de otro es original de El Blog de Ramon. Escrito por Ramón Cerdá