“El mundo que ves no es sino el testigo fútil de que tenías razón. Es un testigo demente. Tú le enseñaste cuál tenía que ser su testimonio, y cuando te lo repitió, lo escuchaste y te convenciste a ti mismo de que lo que decía haber visto era verdad. Has sido tú quien se ha causado todo esto a sí mismo. Sólo con que comprendieses esto, comprenderías también cuán circular es el razonamiento en que se basa tu "visión". Eso no fue algo que se te dio. Ése fue el regalo que tú te hiciste a ti mismo y que le hiciste a tu hermano. Accede, entonces, a que se le quite y a que sea reemplazado por la verdad. Y a medida que observes el cambio que tiene lugar en él, se te concederá poder verlo en ti mismo.”(Un Curso de Milagros 21.II.5)
No te dejes engañar por quienes se llenan de palabras y enarbolan su despertar. Un ser despierto Ama y proclama Paz.No puede seguirse insistiendo en la separación, el juicio, señalar al hermano por dormido o por lo que nos convenga en ese momento para poder sentirnos más alto.Tu crecer, tu elevación no puede ser nunca sobre los demás. Y, si así lo consideras, ya puedes tener en cuenta que ellos te han ayudado a estar allí “arriba” donde hoy te pones. ¿Sino cómo habría arriba y abajo, despiertos o dormidos?
“Cuando se niega la visión, la confusión entre causa y efecto es inevitable. El propósito ahora es mantener la causa oculta del efecto y hacer que el efecto parezca ser la causa. Esta aparente autonomía del efecto permite que se le considere algo independiente, y capaz de ser la causa de los sucesos y sentimientos que su hacedor cree que el efecto suscita.Anteriormente hablamos de tu deseo de crear a tu propio creador, y de ser el padre y no el hijo de él. Éste es el mismo deseo. El Hijo es el efecto que quiere negar a su Causa. Y así, él parece ser la causa y producir efectos reales. Pero lo cierto es que no puede haber efectos sin causa, y confundir ambas cosas es simplemente no entender ninguna de las dos.Es tan esencial que reconozcas que tú has fabricado el mundo que ves, como que reconozcas que tú no te creaste a ti mismo. Pues se trata del mismo error. Nada que tu Creador no haya creado puede ejercer influencia alguna sobre ti. Y si crees que lo que hiciste puede dictarte lo que debes ver y sentir, y tienes fe en que puede hacerlo, estás negando a tu Creador y creyendo que tú te hiciste a ti mismo. Pues si crees que el mundo que construiste tiene el poder de hacer de ti lo que se le antoje, estás confundiendo Padre e Hijo, Fuente y efecto.”(Un Curso de Milagros 21.II.10/11)
No debes colgarte del mensajero. Lo que importa siempre es el mensaje.
Existe en mi interior una profunda certeza, una verdad inalterable y esa no puede nombrarse.
Estamos contigo. Amor – Amar.