Como gracias a tusguiasdeviaje.com (y sus guías de primera mano) hemos recuperado en el blog la sección de Viajes y Turismo que teníamos un tanto olvidada, me he animado a compartir con vosotros mi experiencia de la Luna de Miel en Tokio, que aunque corta (fueron sólo 4 días), puedo garantizar que fue intensa y productiva, muy productiva.
Mi intención con este artículo y como bien explico en el título, es explicaros cómo ver Tokio en 4 días, por muy difícil que parezca. Ya os aviso que a Lucía y a mí nos gusta mucho patear, y a veces se nos va de las manos… pero “en habiendo metro” u otros medios de transporte, esa parte es opcional :-)
Día 1. Llegada y paseo inicial
Nosotros llegamos por la mañana y teníamos el Hotel en Shinjuku, luego el día 1 transcurre teniendo en cuenta estas premisas. El Hotel Shinjuku Granbell fue una buena opción para alojarse, es moderno, bueno y barato ;-)
- Shinjuku : Aquí encontraréis la zona financiera y sus rascacielos, centros comerciales como si no hubiera mañana y muchos puntos turísticos. Es una zona grande así que necesitaréis tiempo para verlo entero. Recomendaciones concretas:
- Gobierno Metropolitano de Tokio: Son dos rascacielos gemelos desde los que podréis ver una panorámica de toda la ciudad. Muy recomendable y gratuito
- Kabukicho: Uno de los barrios de Shinjuku con mayor cantidad de entretenimiento (restaurantes, teatros, centros de videojuegos…)
- Koreantown: Nosotros no llegamos a verlo por falta de tiempo, pero si queréis acercaros a Korea sin salir de Japón, éste es el sitio
- Gobierno Metropolitano de Tokio: Son dos rascacielos gemelos desde los que podréis ver una panorámica de toda la ciudad. Muy recomendable y gratuito
- Shibuya: Aquí vimos el famoso cruce peatonal. Impresionante verlo desde el Starbucks que hay en la esquina… cientos de hormiguitas cruzando cuando los semáforos se ponen en verde es una pasada. Recomiendo verlo por la noche y dar un paseo por los alrededores para empaparse de la ciudad
Día 2. Entrando en faena
- El Parque de Yoyogi y el Meiji Jingu. Un santuario sintoísta construido en medio de la locura de la ciudad. Merece la pena su visita para ver el contraste de Tokio, con sus gigantes rascacielos por un lado y el Templo lleno de verde y arquitectura antigua por otro.
- Harajuku: Zona de compras y de reunión de los jóvenes de Tokio. Poco más que mencionar en nuestra visita.
- Omotesando: Podemos denominar esta zona como la 5ª Avenida de Tokio o la Milla de Oro. Todas las grandes marcas se distribuyen por esta avenida. Nosotros comimos en nuestro primer Sushi bar aquí. Fue muy barato a la par que curioso.
- Roppongi: Esta es la zona de fiesta. Bares y discotecas de todo tipo y zona muy internacional. Dicen que es la zona límite entre Tokio y el resto del mundo. Nosotros dimos una vuelta por aquí y visitamos las torres de la zona, no llegamos a lidiar con la noche japonesa.
Día 3. Mi día favorito de Tokio
El tercer día lo empezamos muy, pero que muy fuerte y sin duda para mí fue uno de los más interesantes, completos y por qué no decirlo… cansado.
- Los jardines del palacio imperial. Aunque el día era caluroso como él sólo, merece la pensa visitar el Palacio Imperial, bueno, más que el Palacio en sí, que no se puede entrar, sus alrededores. Impresionante contraste el que se encuentra uno allí al ver las murallas y el foso, en un entorno rodeado de rascacielos.
- Odaiba, es una extensa isla artificial en la bahía de Tokio. Se construyó por motivos defensivos allá por 1850, pero ahora sólo encontramos centros comerciales y de ocio. Nosotros pasamos por allí de camino al Museo Nacional de Ciencia.
- Museo Nacional de ciencia (Miraikan). Nuestra motivo principal para realizar esta visita fue sólo uno: el famoso robot de Honda, Asimo. Fue impresionante ver como Asimo se mueve, canta, baila, salta, corre y se relaciona con los niños, tan natural como si fuera una persona… si juntamos eso junto con el androide que tienen para probar, la Estación Internacional (ISS) a tamaño real (la habitación principal únicamente) y los distintos experimentos, juegos y demostraciones de un Museo de Ciencias, pasamos una mañana muy interesante y divertida.
- Rainbow Bridge. Desde el Museo Nacional de ciencia, nos dirigimos de nuevo a la ciudad y para ello no hay mejor manera que cruzar el Rainbow Bridge. Recomiendo hacerlo de noche o cuando está anocheciendo ya que se ilumina con mil colores para hacer honor a su nombre, Rainbow Bridge. Si os veis con ánimo, podéis cruzarlo en las bicis que alquilan o directamente andando como nosotros. :-)
- Torre de Tokio. Para terminar un día muy aprovechado, visitamos la famosa Torre de Tokio. Una copia exacta de la Torre Eiffel. Miento, dicen que esta es más alta. Si queréis ver una panorámica de la ciudad estilo “Empire State” en Nueva York, ésta es una buena opción.
Día 4. Aprovechando hasta el final
El último día en Tokio lo aprovechamos casi sin orden para visitar varias de las cosas que teníamos pendientes, algunas con más éxito que otras:
- Parque Ueno. Lo podéis encontrar en el barrio Taito-ku. No os puedo comentar mucho ya que dimos un paseo rápido. Nos sorprendió la cantidad de “sinhogares” que encontramos allí. Bonito entorno con sus cerezos, sus lagos y su pequeño templo estilo el de Fushimi inari en Kioto (salvando las enooooormes diferencias).
- Mercado de Ameyoko. Mercadillo típico, como el “rastro” que os podéis encontrar en muchas ciudades españolas, pero con productos típicos japoneses, que van desde pescados frescos, frutos y otros alimentos, hasta todo tipo de ropa e imitación tipo “chino”.
- Estadio de sumo. Kokujigan. Aquí no tuvimos mucho éxito, después de recorrer varios kilómetros corriendo para llegar a tiempo (cerraban a las 16:00), sólo llegamos para visitar el museo de Sumo que tienen en el estadio. Para otra vez será.
- Asakusa, el templo del farol. Veníamos de visitar Kioto y no es fácil que un templo nos llame la atención, éste lo hizo. Tiene una pagoda junto al templo. Muy recomendable su visita.
- Akihabara, el barrio friki y tecnológico. No vimos muchos frikis, y sí grandes centros comerciales estilo Mediamarkt pero con 10-12 plantas donde podías encontrar de todo. De comprar ya no os digo nada porque el precio era igual o incluso superior que el que podemos encontrar en España. También vimos muchos edificios de varias plantas donde podías entrar a dejarte unas monedas jugando a máquinas recreativas antiguas o de última generación.
- Ginza, barrio glamuroso. Con este barrio terminamos y lo vimos sólo de pasada ya que el cansancio acumulado nos decía: a casa ya!!!.
Espero que hayáis encontrado útil este artículo y que comentéis cualquier duda que podáis tener. Intentaré ayudaros en la medida de lo posible :-)