El Seminario Mayor, o Seminario Conciliar "San Ildefonso" de Toledo, se inauguró el 29 de septiembre de 1889. Su existencia era algo obligado desde 1563, año en que el Concilio de Trento (1546-1563), de ahí el nombre de "Conciliar", implanta el Seminario como el centro encargado de la formación de los sacerdotes.
En Toledo no se consideró necesario este tipo de institución al existir ya más de veinticinco centros en los que se impartía dicha enseñanza, por lo que no sería hasta 1831, gracias a los esfuerzos del Cardenal Inguanzo y Rivero, arzobispo de Toledo desde 1824, cuando comienza la construcción del actual edificio, una labor que se detendría a su muerte en 1836.
A partir de entonces los fondos dedicados a su construcción se dedican a otras labores más urgentes, utilizándose parte del material en fortificar el Alcázar y las murallas. En 1847, al haber desaparecido todos los centros de enseñanza sacerdotal de la provincia, se decide la implantación de un Seminario Conciliar en la ciudad, instalándose en el Convento de los Carmelitas e iniciando su actividad el 1 de octubre de dicho año..
En 1886, con la llegada a la sede arzobispal del Cardenal Payá y Rico, se retoman las obras paralizadas en 1836, inaugurándose el edificio el 29 de septiembre de 1889. Posteriormente, ha tenido diversas actuaciones de ampliación y mejoras, como el Salón de Actos y la enfermería, así como una restauración tras el incendio sufrido durante la Guerra Civil Española (1936-1939).
Localización: Plaza de San Andrés, 3.
En la actualidad, en su interior, se encuentra el Hotel San Juan de los Reyes, un establecimiento de cuatro estrellas inaugurado en el año 2003 tras las correspondientes obras de adaptación de la antigua fabrica harinera.
Ha sido declarado Bien de Interés Cultural.
Localización: Calle Reyes Católicos, 5.
El edificio, obra del arquitecto Arturo Melida (1849-1902), está construido sobre uno de los claustros destruidos durante la Guerra de la Independencia del colindante Monasterio de San Juan de los Reyes. Posteriormente, y necesitando ampliar su espacio, se aprovechó el derribo del Convento de Santa Ana, del que se ha conservado su capilla, utilizándose en la actualidad como salón de actos.
El estilo arquitectónico del edificio es historicista7, siendo los materiales utilizados en la construcción la combinación de ladrillo y piedra, tan presente en Toledo, combinados con el hierro y el vidrio, materiales entonces de moda. Su decoración recuerda a los Reyes Católicos mediante el enorme escudo de la fachada.
Ha sido declarado Bien de Interés Cultural.
Localización: Calle Reyes Católicos, 15.
El Palacio de la Diputación es una obra del arquitecto de orígenes toledanos Don Agustín Ortiz de Villajo, a quien se le encargó el proyecto en 1880. La construcción se realizó en el solar del antiguo convento de frailes de la Merced, destruido durante la Guerra de la Independencia.
Ha sido declarado Bien de Interés Cultural.
Localización: Plaza de la Merced, 4.
Según cuenta la tradición, dicha imagen habló a un pastor impedido de un brazo al que se lo curó, trasmitiéndole su deseo de que allí se construyera un templo. La imagen gótica desapareció durante la Guerra Civil Española.
La ermita de Toledo se arruinó a principios del siglo XIX, reconstruyéndose durante la segunda mitad del mismo y habiendo llegado hasta nuestros días como un templo de una sola nave, sin ábside y cubierta por un techo plano.
Localización: Calle de la Virgen. Coordenadas del GPS: 39.85355, -4.03187 (39º 51' 12", -4º 1' 54").
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