Situada en el centro de la península Ibérica, en lo alto de un peñón de la meseta, se encuentra una de las ciudades con más historia de España. Como quien vigila su entorno, rodeada y protegida por el río Tajo y su meandro, se yergue la que ha sido capital del reino, epicentro multicultural durante siglos e incluso sede eclesiástica del Reino Visigodo: Toledo.
La ciudad de las tres culturas
Visitar Toledo es apostar por la cultura y la historia, que emergen no solo de sus museos y edificaciones, sino de la esencia misma de la ciudad, de su casco urbano. Y es que es la 'Ciudad de las Tres Culturas', una protagonista del pasado de nuestro país que goza nombre propio.
Musulmanes, judíos y cristianos convivieron durante siglos formando un tapiz cultural enormemente enriquecedor cuyo legado aún no ha desaparecido, y que, a día de hoy, todavía es apreciable en su arquitectura, actividad, religiosidad y arte.
Un paseo por Toledo
Todo aguarda tras la Puerta de la Bisagra, que vigila la entrada a la ciudad. De origen puramente medieval, fue ampliada en 1550 con estilo renacentista, una práctica que podremos observar repetidamente en la ciudad, que suma estilos artísticos y arquitectónicos en sus edificios más emblemáticos.
Las opciones en Toledo son inacabables: desde museos a rutas gastronómicas, paseos e incluso rutas, sin olvidar conciertos o teatro. Mezquitas, sinagogas e iglesias exigen una visita larga y profusa que recomendamos planificar, para poder conocer a fondo la auténtica esencia de la ciudad.
Mezquitas, catedrales y sinagogas
Hay varias citas ineludibles, aunque no podríamos poner un límite real a la lista. Como la mezquita del Cristo de la Luz, que es la única que se conserva completa de las, nada menos que diez mezquitas que llegó a albergar Toledo. También es imprescindible conocer la catedral de Santa María, que empezó a construirse en 1226 y no se finalizó completamente hasta 1493 con los últimos detalles góticos.
La sinagoga de Santa María la blanca es una de las más bellas expresiones del judaísmo en la ciudad, una de las joyas que nos aguardan en la imponente Judería de Toledo, uno de los barrios monumentales más importantes de la ciudad.
Otro imprescindible es el monasterio de San Juan de los Reyes (construido en el siglo XV), o la iglesia de Santo Tomé, donde se puede contemplar el famoso óleo de El Greco, El Entierro del Conde Orgaz.
El Alcázar de Toledo
Sin olvidar, por supuesto, el Alcázar, construido en 1535, que corona el casco histórico de la ciudad, y hoy alberga un basto Museo del Ejército de varias plantas que podrás disfrutar durante horas. Ofrece, además, una conclusión perfecta para un día de visita, y es su silueta recortándose contra el cielo al anochecer. Una solemne estampa desde El Tajo que hace más que justicia a la historia de una ciudad eterna.
Pero Toledo no es solo pasado: continúa siendo un hervidero de actividad y cultura, de vida. Se trata de una ciudad en efervescencia, repleta de conciertos, parques temáticos, teatro y espectáculos, de juventud y propuestas.
Alberga incluso, debido probablemente a su matiz cultural, el primer parque de toda España centrado en la historia de nuestro país, Puy du Fou España, donde el pasado no sólo se ve sino que se vive, en impresionantes espectáculos y mimadas recreaciones de esos poblados que formaron nuestra historia.
Soy periodista y experto universitario en protocolo. He trabajado en diferentes medios de comunicación como 20 minutos, Las Provincias o Diario 16. Ahora ejerzo labores de community manager, colaboro en blogs y publicaciones digitales. Autor del libro 'Eso no estaba en mi libro de Historia de Roma'.