Toll House Cookies

Por Elfwen

¿Alguna vez te has preguntado desde cuando se añaden pepitas de chocolate a las galletas? 

De pequeña siempre me llamaron la atención las que devoraba cookie monster o el monstruo de las galletas, como lo conocíamos aquí. Sabía que eran las típicas americanas y esas pepitas llamaban poderosamente mi atención. Después llegaron las Chips Ahoy! en los '90 y teníamos de primera mano galletas americanas en los supermercados. 

Con el tiempo y cuando en mi época universitaria afloraron también mis inquietudes por el horneado de postres, me embarqué en la tarea de buscar una receta de cookies "americana". Encontrar las pepitas de chocolate y tener el paquete en mis manos, era como un tesoro, algo que podía cumplir el sueño de esa niña pequeña que las veía en la tele. "Sólo es una cookie" quizás penséis al leer estas líneas, pero cuando no existían estas galletas a tu alrededor, fantaseas con saber cómo será el sabor, si son crujientes las pepitas, cómo se hacen...

Ahora me pregunto, ¿Cuál es el origen de estas galletas con pepitas de chocolate? Pues tenemos que remontarnos a los años' 30 estadounidenses, allá por Massachussets, en una casa de posta u hostal en los que su propietaria, Ruth Wakefield, elaboraba dulces para agasajar a sus huéspedes. 

Propietaria junto a su marido de este complejo denominado Toll House Inn, llevaban un restaurante además del hospedaje. Se comenta que era una señora muy educada y buena anfitriona, que obsequiaba a los clientes con unas galletas con una particularidad deliciosa. Llevaban trocitos de chocolate que ella misma troceaba a golpe de cuchillo tableta tras tableta. 

Lo que se convirtió en un detalle, fue causando gran revuelo entre sus invitados llegando a oídas de la prensa local. Esto le dio cierta popularidad en la ciudad llegando a publicar la receta de estas cookies junto a otras del menú del hostal en su propio libro de recetas. 

Con el tiempo, llegó la historia de esta receta a Nestlé, cuyo chocolate utilizaba Ruth en sus famosas galletas. La empresa se las ingenió para crear una modalidad de chocolate troceado que pudiera utilizarse directamente en la preparación. Así es como nacieron las pepitas de chocolate y cómo se convirtieron en inseparables de las cookies. Ruth negoció con la empresa a la que cedió su receta por sólo 1 dólar, que podemos encontrar en los paquetes de pepitas Toll House Chocolate Chips, a cambio de suministrarla con chocolate de por vida. Un buen trato ¿no os parece?

Son unas cookies abizcochadas por dentro y crujientes por fuera.  En esta ocasión, las he elaborado con chocolate rallado y trocitos en su interior homenajeando a Ruth, además de algunas pepitas como decoración. 

Estoy segura que os van a encantar. ¡Pasamos a la receta!

Ingredientes: 16-18 uds.
290 grs. harina trigo
1 cdta. levadura química
1cdta. extracto vainilla
75 grs. azúcar moreno + 75 grs. azúcar blanco
115 grs. mantequilla punto pomada
2 huevos medianos
pizca sal
100 grs. chocolate rallado y pepitas para decorar.

Comenzamos batiendo la mantequilla con el azúcar. Una vez que estén bien mezcladas tipo crema, agregamos la vainilla.

A continuación, añadimos huevos uno a uno y batimos hasta integrarlos completamente. 

Tamizamos la harina con la levadura y agregamos pizca de sal. Agregamos en varios pasos a la masa que integramos poco a poco.

Agregamos el chocolate troceado. Llevamos a la nevera 30 minutos. Boleamos  y aplastamos un poco sobre la bandeja a la que pondremos papel vegetal. Dejamos algo de separación entre ellas porque crecen durante el horneado. Decoramos con pepitas🍪

Horneamos 15 minutos a 180 grados. Retiramos cuando los borde inicien a estar dorados. Dejamos enfriar unos minutos antes de pasarlas a la rejilla porque salen muy blandas del horno y se pueden partir. ¡A disfrutar!

¿Qué te ha parecido la receta? No sé si se parecerá a la receta que elaboras o sueles comprar pero me gustaría saber qué otra versión sueles preparar. Hace tiempo hice esta versión como mega cookie rellena que viene ideal para sorprender a los peques. 

Existen otras versiones americanas más crujientes como las que he horneado en otra ocasión en versión tres chocolates, pistacho o de chocolate o incluso limón. Cuéntame en comentarios cual es tu sabor favorito o si prefieres las clásicas. 

De lo que no hay duda es que todas van genial para acompañar una buena taza de leche, chocolate o café en estas tardes más frías en las que ya comienza a anochecer antes. Estoy disfrutando el otoño que viene con recetas y propuestas deliciosas que os iré contando en los próximos posts. 

Vuelvo pronto. ¡Un abrazo!

Maribel García 🍓