Tom Payne el mayor criminal de la historia de la NBA

Publicado el 16 agosto 2018 por Elgurudeldeporte @_Gurudeldeporte

Por la historia de la NBA han pasado jugadores de todos los perfiles sociales y personales que nos podamos imaginar. Entre todos ellos ha habido personajes que han sido relativamente peligrosos y algunos otros que han alcanzado altas cotas de criminalidad, como es el caso de Tom Payne, el que es considerado como el mayor criminal que ha pasado por la NBA... por el momento.

Formado en la prestigiosa Universidad de Kentucky tras sólo una temporada en la NCAA, decidió dar el salto a la NBA en el Draft adicional de 1971 originado por la Hardship Rule que acabó con la obligatoriedad de pasar al menos cuatro años desde la graduación de la clase del Instituto para poder ser Drafteado en la NBA.

Para muchos Tom Payne con sus 2.18 cm y su movilidad era un nuevo Lew Alcindor (Kareem Abdul Jabbar) de la época.

Los Atlanta Hawks decidieron apostar por Tom Payne en aquel Draft extraordinario de 1971, sabiendo que elegían a un jugador con un carácter difícil por algunos encontronazos que había mantenido con otros jugadores de la liga universitaria pero sin llegar a imaginar lo realmente tétrico que se escondía dentro del joven pivot de la Universidad de Kentucky.

La carrera de Tom Payne en la NBA acabó en mayo de 1972 tras ser detenido en Atlanta por la comisión de varias violaciones.

Al mismo tiempo se le imputaron otras violaciones previas ya sucedidas en su etapa en Kentucky.

Tan sólo llegó a disputar 29 partidos en la NBA antes de su encarcelamiento.

Tras salir de la cárcel en 1983 y pasar por el mundo del boxeo y del cine nuevamente fue detenido por la policía justo en el momento de estar intentado realizar otro violación a una mujer en Los Angeles.

La reincidencia de Payne en las violaciones agravó todavía más su situación penal ya que hizo que volviera a la cárcel por haberse saltado además su libertad condicional.

El caso de Tom Payne es especialmente sorprendente debido a su gran altura ya que su perfil criminal era fácilmente detectable ya que en ciudades como Atlanta o Kentucky no abundaban las personas de 2.18 cm.

Claramente algo en la Cabeza de Tom Payne nunca estuvo bien.