Sabéis esa sensación de nerviosismo, ilusión, ese pellizco en el estómago, ese corazón a mil por horas, esa risa tonta. Si, eso que sentimos cuando nos encanta alguien, eso que no sabemos si lo volveremos a sentir el día que te hacen sufrir, donde todo lo vemos negro, cuando no vemos la salida, es entonces cuando el tiempo te pone en la puerta para que salgas y es ahí cuando dices "siempre ha estado ahí, y no lo he sabido ver hasta ahora". En ese preciso momento comienzas a ver todo de otro color, y te das cuenta que vuelves a sentir todas esas cosas del principio con tan solo ver y apreciar justo lo que tenemos enfrente.