Tomárselo a chirigota

Por Jesús Marcial Grande Gutiérrez
Tal como van las cosas reímos por no llorar. La risa es el peor enemigo de tiranías y crisis como ya sabían los antiguos griegos y de ello nos dejaron jugosos ejemplos en su teatro y en su poesía. Tan subversiva es su fuerza que los romanos continuaron con la sátira cómica, con la ironía risueña, con el humor ácido de los epigramas... En la constelación de carcajadas que poblaron la historia tuvieron un papel importante bufones, poetas, dramaturgos, cómicos, juglares, cantores de ciegos... y últimamente cineastas, caricaturistas,  humoristas profesionales, cantautores, chirigotas... Y es que, cuando en la baraja del tiempo pintan bastos o espadas, las chirigotas ofrecen el bálsamo que a veces niegan (o multiplican) las copas sin necesidad de recurrir al beneficio de los oros, que no se cobra por ello ni un céntimo.
Quiero dejaros aquí la actuación de "Los Papamoscas" una chirigota burgalesa con varios años de recorrido en los que ha logrado crear un completo menú de canciones "con mucha miga", regadas con "mala  uva",  endulzadas con un aparente "cabello de ángel"  y donde el café se sirve con "mucha mala leche". En este banquete de ironía y humor participa mi hermano a la guitarra, por eso sé bien de la entrega, el esfuerzo y el talento de sus componentes. El frío meteorológico (y municipal) de la ciudad burgalesa no ha logrado apagar su ilusión y aparecen cada año, llueva o nieve, en las calles de Burgos cuando llega el carnaval.
El pequeño concierto tuvo lugar en Pamplona el 27/11/15 con motivo de la Asamblea Extraordinaria de Fiare Banca Etica (banco cooperativo que pretende ser una herramienta al servicio de la transformación social a través de la financiación solidaria)
Reír para ayudar.