- 2 tomates grandes y maduros.
- Albahaca.
- Orégano.
- Sal y pimienta.
- Queso rallado.
- Aceite de oliva virgen extra.
- Pimentón.
Lavamos, quitamos el culo a los tomates y los cortamos en rodajas gruesas. Las colocamos en una fuente y añadimos la sal, la pimienta, la albahaca y el orégano. Encima echáis un puñado de queso en cada uno de los tomates y coronáis con un poco de pimentón y un buen chorro de aceite.
Gasto: 1 euros.
Raciones: 2 personas.
Dificultad: Muy fácil.