Lavamos los tomates y cortamos la parte superior a modo de tapa. Si no se nos mantienen de pie, les cortamos, tambien, un poquito de la base. Los vaciamos con una cucharita, teniendo mucho cuidado de que no se nos rompa la piel y, después de sazonarlos, los dejamos escurrir boca abajo. Mientras, precalentamos el horno a una temperatura de 180º.
Horneamos los tomates durante 6 minutos, les colocamos sus tapitas y los horneamos 2 minutos más, mientras batimos los huevos con la leche, la sal y la pimienta.
Limpiamos los puerros de raíces y les quitamos la última capa verde. Los lavamos bien y cortamos en rodajas ,que freímos en una sartén con aceite durante 8 minutos.
Con el fuego al mínimo, añadimos los huevos y vamos removiendo suavemente hasta que se cuajen y quede una mezcla melosa. Ponemos esta mezcla dentro de los tomates y los espolvoreamos con perejil. Les ponemos de nuevo sus tapitas y los servimos.
A la mezcla con el huevo podemos añadir taquitos de jamón serrano y los podemos cubrir de mozarela. Horneamos durante 10 minutos y gratinamos.