Este impactante sitio de Camboya se volvió tan popular, tras el estreno de la película protagonizada por Angelina Jolie, que muchos comenzaron a referirse a él como “El Templo de Tomb Raider”. Una historia milenaria abraza las paredes de este espectacular lugar, donde la naturaleza se fusiona con las ruinas del antiguo monasterio budista que solía servir como universidad y hospital.
La historia de Ta Prohm
No es casualidad que Ta Prohm sea uno de los pocos templos de Angkor que aún conserva el aspecto de los destrozos ocasionados por el pueblo vietnamita Los Champa, en pleno siglo XII. Cuando las raíces de los árboles comenzaron a aferrarse a las paredes de las ruinas el Rey Jayavarman VII determinó que este templo no sería restaurado. En parte por la increíble belleza de este sitio pero también para valorar el destacado trabajo de los responsables de las restauraciones que se llevaron a cabo en otros edificios aledaños.
Lo cierto es que esta decisión hizo del templo uno de los sitios más visitados por los turistas que llegan a Camboya y quieren sumergirse de lleno en un escenario surrealista.
Ta Prohm en Tomb Raider
El director de cine Simon West, encargado de la primera película de Tomb Raider, no dudó en acudir a Ta Prohm para apreciar en persona el encanto del lugar. Lo más fantástico de este escenario es su similitud con muchos de los sitios que aparecen en los videojuegos de la saga, donde su protagonista debe escapar y conquistar diferentes lugares que poseen una extraña combinación entre la naturaleza y la arquitectura antigua, casi como una moderna Indiana Jones.
La principal ventaja de este paraje en Angkor era que abarataba notablemente los gastos de producción, evitando que el equipo se viera obligado a incluir detalles a través de efectos especiales. Con un retoque digital minimizado al extremo, el director generó un gran lago que rodea al templo y un exótico pueblo que flota sobre pilotes.