Toni, Seedorf, Matri y la conexión Rossoneri

Publicado el 19 enero 2014 por Pablo_fernandez @plusmarcaweb

Fuente: Venezia/EPA

Los males del Milan comenzaron el 24 de agosto en Verona. Las primeras dos paladas al agujero rossoneri de mal juego, de derrotas y de problemas deportivos y extradeportivos las dio Luca Toni en la jornada inaugural de la Serie A. Aquella tarde, con Kaká ilusionando a San Siro y el calor apretando en el norte de Italia, el Milan de Allegri no podía imaginar que un delantero de 36 años, que había estado disfrutando del sol en Catar, destrozaría su defensa. Sus dos goles noquearon al conjunto milanista e hicieron temblar los cimientos de un equipo que ya entonces se tambalea. El quinto máximo goleador en activo de la historia de la Serie A volvió al mapa convirtiéndose en el primer verdugo milanista. Parolo (Parma) y Berardi (Sassuolo) se han unido después a esa lista negra para la familia Berlusconi.

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Toni dio el primer empujón hacia el abismo al Milan. A 30 puntos del líder Juventus, a 10 de Europa, zona que marca el Inter de Milán, y tras perder el derbi de la ciudad y caer con estrépito en Sassuolo (4-3) Allegri fue despedido. Ni Berlusconi confiaba en él ni el entrenador creía en sus jugadores. El Milan se desangra y Seedorf, una de sus últimas leyendas, ha llegado al rescate. Como hicieran Simeone, Hyppia, Luis Aragonés y Maradona ha pasado del césped al banquillo de manera meteórica. Fulgurante. El martes se retiró y el miércoles ya era entrenador. Una transición demasiado rápida. Pep Guardiola solo hay uno.
“A menudo se piensa que, después de muchos años jugando como profesionales, los futbolistas tienen conocimientos suficientes para entrenar a cualquier nivel. Se equivocan: la experiencia como jugador puede ayudar a dirigir las relaciones interpersonales con los jugadores, eso es todo”, escribió Ancelotti en su biografía. Ser buen futbolista no significa ser un gran entrenador. Berlusconi necesitaba un paraguas, una ilusión, y ha recurrido a Seedorf. Su ‘rival’ por la caseta del Milan, Pippo Inzaghi, no tenía más experiencia pero conocía la cantera y al equipo Primavera. “No podía decir que no”. El máximo mandatario milanista ha pensado que la clase de las botas del medio holandés se puede plasmar inmediatamente en la pizarra. Berlusconi ve en Seedorf a Sacchi y a Capello. Un líder.

A San Siro ha llegado el ex jugador holandés con decisiones por tomar. Dejar fuera a pesos pesados, confiar en la cantera y fichar jugadores es su cometido. Tiene que enderezar la nave milanista. Han llegado Honda y Rami y ya se ha marchado Matri. La Fiorentina necesitaba un delantero tras la lesión de Giuseppe Rossi y la demora en la recuperación de Mario Gómez y ha encontrado un parche en el ex del Cagliari y la Juventus. Un 'killer' que ha crecido fijándose en los remates, los desmarques y las celebraciones del veterano atacante del Hellas Verona. Están hechos del mismo patrón.
Los goles de Toni en agosto hicieron que las piezas empezaran a caer. Un atacante de 36 años ha contribuido, indirecta y lejanamente, a llevar a un futbolista de 37 años a cambiar las botas por el traje en un suspiro. Una conexión rossoneri que se retará en San Siro. Sobre el césped no estará Matri. Él ve por televisión los cabezazos de Toni. Y no va a escuchar los gritos en la caseta de Seedorf.