Top 10 discos infravalorados (10-06)

Publicado el 29 abril 2015 por Magnusdagon
Llevaba tiempo pensando subir a la página una entrada en la cual destacara los diez discos que en mi opinión son más infravalorados, pequeñas gemas cuya crítica no les ha hecho justicia en absoluto. Por supuesto se trata de una apreciación personal; dudo que alguien coincida conmigo por completo, lo que es algo genial porque así se harán más listas, seguro que igual de interesantes, y además podéis comentarme cuáles son los discos que vosotros pensáis que merecen una segunda oportunidad.
10. Radiohead - I Might be Wrong (Live Recordings)

Radiohead está muy lejos de ser una banda infravalorada, pero sorprende lo poco que este disco suele mencionarse cuando se habla de ellos. Se trata de un compendio de grabaciones en directo de la época del Amnesiac y Kid A, parco en temas (sólo ocho en total) pero muy bien escogidos, con canciones como Everything in its right place y Morning Bell, que suenan muy bien en vivo, tanto que da pena que se asocie a menudo a este grupo con una cierta espesura en la producción de sus composiciones, demostrando aquí que son, sin más, buenas canciones con o sin arreglos de por medio.
La joya escondida, y un misterio en la trayectoria del grupo, es la última canción del album, True Love Waits. Fue una de las primeras canciones de Radiohead que encontré por Internet, una balada acústica muy hermosa, alabada por los fans del grupo, que sin embargo nunca ha sido grabada en directo. Dada la naturaleza tan emotiva de la letra, así como el toque intimista de la guitarra, uno sólo puede especular el por qué Tom Yorke no quiere que este tema vaya al estudio; mientras tanto, este es el único disco donde tal canción puede escucharse hasta la fecha.

09. Sheryl Crow - Wildflower

Sheryl Crow no es la clase de cantante en la que uno pensaría a la hora de imaginar grandes avances en el mundo de la música, pero eso no quita para que no sea una excelente profesional y compositora. Distanciada ya de sus raíces country, en este disco crea un compendio de temas pop entre los cuales no está casi ninguno de los que son famosos para los profanos de la artista. No está All I wanna do, If it makes you happy, Home ni ninguno de esos hits de radio por los cuales será recordada. Y ni falta que hace, porque el listado de temas de este disco es de una perfección artística tal que todo el disco en sí es una delicia de escuchar de principio a fin, sin que flojee en ningún momento. Por supuesto tiene momentos álgidos, y para mí personalmente es esa maravilla sonora que es Perfect lie, un tema en el que hace, en mi opinión, el mejor y más cálido trabajo vocal de toda su carrera, de una emotividad difícilmente olvidable. Otros rescatarán otros temas, como Lifetimes, Always on your side o el propio Wildflower. Ya es cuestión de gustos, pero todos ellos merecen ser destacados.

08. Garbage - Beautiful

Este es un disco por el que siento un cariño especial. En su momento se le llegó incluso a considerar un paso atrás en la trayectoria de Garbage: Manson y los otros ya no eran esos tíos molones y oscuros que cantaban que sólo estaban felices cuando llovía o repetían una y otra y otra vez que están esperando por ti. En mi opinión este es uno de esos discos que fue perjudicado por una mala elección de singles. Sin duda Androgyny y Breaking up the girl son buenas canciones, pero a mí me alejaron del verdadero núcleo de temas destacables del disco.
Una amiga, años atrás, me obligó a que escuchara un tema concreto, Cup of coffee, y me encontré con una canción que me dejó fascinado durante mucho tiempo. Animado por la experiencia 'exploré' más el disco y descubrí otros temas magníficos como Til the day I die, Cherry lips, Drive you home (maravillosos arpegios para tocar con la guitarra), Parade, Untouchable y, en suma, descubrí que tenía entre manos uno de esos discos excelentes donde no hay dos temas ni remotamente iguales y el trabajo de producción que se ha hecho es tan bueno que entiendes cómo Butch Vig, el guitarra y encargado del mismo, pasara a la historia entre otras cosas por ser el productor del Nevermind de Nirvana.

07. REM - Up

Hace años escuché mucho y muy a menudo a REM. No son mi banda favorita porque para mí entra en esa categoría de gente que, más que grabar discos, los manufacturan: hay tanto que oír, y todo se parece tanto, que es fácil saturarse si uno no se modera un poco. Casi todo el mundo podrá mencionar como grandes discos de REM el Out of time, el Monster, el Automatic for the people... pocos mentarán Up, si es que lo han escuchado siquiera.
Este disco es notorio porque se situó en un momento muy delicado de la trayectoria de una banda; cuando REM lo estaba grabando, estaban convencidos de que sería su último álbum. Y ese sentimiento suele producir obras de un calado triste pero al mismo tiempo de gran calidad, como le sucedió por ejemplo al Aidalai de Mecano. Up no es un disco de grandes singles, aunque tiene temazos como Daysleeper o Lotus. Lo definiría como un álbum en el que perderse, relajarse y dejarse llevar. De nuevo los temas son al gusto del que los escucha, pero personalmente me impactó de manera muy especial el llamado Diminished, una pequeña joya suave y pausada.

06. Nine Inch Nails - Pretty Hate Machine

De casi todos los discos anteriores he usado calificativos como 'hermoso', 'suave' o 'tranquilo'. Ninguno de esos puede aplicarse en general a este disco de Trent Reznor, el primero que creó bajo el nombre de Nine Inch Nails. Ya sólo la historia de la grabación de este disco es interesante de por sí: Reznor lo tocó y grabó todo casi por sí mismo con los trastos que tenía a mano, sin solicitar apenas ayuda, con productores que le ayudaron, sí, pero negándose a sí mismo toda concesión social. Se podría decir que es el producto de una mente torturada y sin duda esa es la sensación que produce escucharlo.
Pocos discos he escuchado que reflejen tan bien la oscuridad emocional como este, y por ello lamento siempre que sea omitido de las listas de discos malditos, donde nunca falta sitio para berridos de Death Metal que son similares entre sí o para ese teatro orquestal que es el Muro de Pink Floyd, excelente, sin duda, pero que no refleja de verdad lo que es la verdadera introspeccion musical como este album. Hay momentos en que casi puedes sentir la boca de Reznor torcerse, o cómo escupe las palabras con verdadera amargura. Temas destacables hay muchos, aunque sin duda el más impactante es ese Something I can never have, que es uno de los temas más duros y siniestros que he escuchado jamás, gracias a un destello de genialidad de Reznor: la manera más perfecta de transmitir la rabia más absoluta, más escalofriante, no es usar la máxima distorsión, ni gritar lo máximo posible. Todo lo contrario, basta con usar un casi vaporoso piano, una voz susurrante, y demostrar que tu rabia es tan grande que ya es parte de ti, que fluye con preocupante sencillez.

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