Disculpen ustedes el título tan largo de este post, pero no encontré otro que transmitiera la idea. Y es que justo de eso quiero hablar, de estos juegos que yo jugaba tan sólo ayer (ok, ahora disculpen ustedes esta frase choteada por las tías que al usarla, automáticamente me convierte en toda una “ñora” hecha y derecha). Pero en serio, me acuerdo perfecto cuando yo los jugaba y ahora (como bien dice el título) los juegan ellos.
Ahí les van:
1. Escondidillas. El juego favorito de mis hijos porque además, lo podemos jugar dentro de la casa. Pablo ya se ha vuelto bastante creativo en encontrar lugares para su escondite. Luca corre atrás de todos sin entender qué estamos haciendo. Pero Pía piensa que con tal de que esté volteada hacia la pared, ya está escondida. O sea, su teoría es: “si yo no los veo, ellos no me ven”. Y si no la encontramos en los primeros 30 segundos, ella nos da una pista tipo: “¡Oigan, NO estoy junto a mi cama!”. ¿Ven por qué es divertido?
2. Las trais. A ver, las cosas como son: este juego se trata de correr a lo estúpido. En serio, ¡¿cómo aguantábamos?! Para mí, no hay cosa peor que escuchar: “¡Un, dos, tres, se quema la bas!”. Este juego ni siquiera debería de estar incluido en esta lista, porque la verdad no es uno que me encante jugar con ellos. Al contrario, lo alucino. Especialmente desde la última vez en la que de plano no pude alcanzar a Pablo. Sí, mi marido se burlo (mucho) de mí.
3. Encantados. Parecido a Las trais. La (gran) diferencia es que aquí tienes un pequeño respiro mientras te encuentras “encantado”. Desde ahí, puedes contemplar cómo se atacan de risa mientras se corretean entre ellos. La mejor parte es ver sus poses ridículas de “estuatuas” que les permite todo, menos quedarse congelados.
4. ¿Lobo estás ahí? Misma canción, mismos gritos histéricos cuando el lobo finalmente dice: “¡Sí!”. La única diferencia es que ahora, el lobo se tarda porque está “jugando con su iPod” o “esperando a que su desayuno salga del micro”.
5. Piedra, papel o tijeras. La manera más fácil de entretenerlos mientras esperamos en la caja del súper, en el consultorio del doctor o mientras estamos atorados en el tráfico. Sin embargo, ahora ellos ya tienen la versión corregida y aumentada: “Piedra, papel o tijeras… o-lo-que-tú-quie-ras”. Obviamente, Pablo siempre nos gana con su “meteorito-disparador-invencible-destruye-todo”.
¿A qué juegas tú con tus hijos de aquellos juegos que jugabas cuando eras niño? (¿qué tal el trabalenguas?).