El tema de la semana es "Cosas que me gustan y me disgustan de los romances literarios". Asi, sin más, una pequeña lista de esos factores que me gusta encontrar cuando me adentro en un romance literario, pero también esos conceptos de los que huyo despavorido y que me hacen detestar lo que podría ser el romance del año. En general, tengo unos puntos claro...
1.- Me encantan los romances que se cuecen a fuego lento. Esos romances que nacen poco a poco, se gestan al pasar las páginas y devorar los capítulos. Empiezan con una casualidad, un sentimiento fortuito, y vas viendo la manera en que crece y se fortalece. Sin prisa pero sin pausa. Esos son los mejores.
2.- En cambio, odio los instalove. Rectifico, me gustan los instalove, porque soy de creer mucho en el destino, pero un instalove que esté bien argumentado y planteado. Me gustan los flechazos y los amores a primera vista, pero que luego ese primer sentimiento se desarrolle y sea potente, ya que cuenta con una base suculenta. Los que se enamoran porque sí y ya nos vamos a vivir juntos porque no puedo respirar sin ti sin ni siquiera saber si te gusta la Pepsi o la Coca-Cola... no son de fiar.
3.- Ante todo, conectando con el primer punto, me gusta que el amor sea voluble, que se palpe, que se respire. Me gusta que esté bien construido, que se vea que los personajes se enamoran pero también se conocen, y que haya sus tensiones, sus roces, su problemas y sus soluciones. Ante todo, un romance con evolución, no un simple amor de decirse cursiladas porque así lo dicta el escritor.
4.- Seguro que muchos coincidimos en este punto, pero odio los triángulos amorosos. Pero al igual que el punto dos, me gustan si están bien argumentados y añadidos a la trama. Que realmente haya sentimientos por dos y siempre un tercer en discordia, que podamos entender realmente que hay mucho que escoger y perder. Claro está, esos triángulos tan manidos de la literatura juvenil donde claramente ya sabemos quién es el pagafantas... pues no.
5.- Además de un amor bien construido, me gusta que el romance no entorpezca la historia, que aunque éste sea el tema principal y por el que nos hemos hecho con el libro, también haya un fondo detrás. Me gusta que el romance sea ameno, que te haga devorar el libro y zamparte 10 capítulos de golpe porque no haces más flipar con las ocurrencias de los dos enamorados, de sus situaciones embarazosas, de sus situaciones tiernas, o simplemente porque quieres verlos crecer. Pero ante todo, me gusta cuando descubro que, además de un romance increíble, hay una historia a su mismo nivel y todo hace que sea una experiencia memorable, y que si le quitara el romance, solo perdería un poco, porque el valor de la obra sigue ahí.
6.- Y por último, no menos importante, no soporto el romance ñoño dependiente obsesivo, y éste se lleva últimamente mucho en los libros juveniles. Esos libros donde los protas se dedican única y exclusivamente a alimentar su amor, se pasan los capítulos diciéndose cursiladas y llegan a ignorar el mundo exterior porque piensan que con el amor del otro tienen suficiente.Y ya no hay más historia aparte de párrafos azucarados que te dejan las manos perdidas y el estómago revuelto. Lo peor, además, son las conductas que destilan para el lector joven, nada agradables: el chico suele volverse un machista obsesivo y ella, una sumisa de cuidado. Vomitivo.
¿Coincidís con alguno de estos puntos? ¿Qué os gusta y os disgusta del romance literario?