¿Qué tal? Espero que bien. =) Tras no haber actualizado ayer -porque sí, cada día se nota más la vuelta a clase y lo rápido que van a llegar de nuevo los exámenes-, hoy os dejo con un nuevo Top Ten Tuesday. En esta ocasión, es libre, puedes elegir alguno que ya te hayas perdido y que te hubiera gustado hacerlo.
En mi caso, me he decantado por las Manías Lectoras, porque me parece muy curioso y como yo me uní cuando ese ya pasó, pues... aquí os lo dejo hoy. ^^
Top Ten Tuesday es una sección semanal creada por el blog The Broke and the Bookish.
Consiste en elaborar cada martes una lista, de máximo diez puntos, sobre el tema literario que se expone para esa semana.Mis Manías Lectoras
- Siempre que leo, debo tener a mano papel y bolígrafo. Me gusta apuntarme los nombres de los personajes, el lugar donde se ambienta la historia, qué relación tiene cada uno con el protagonista, etcétera, etcétera. Personalmente, esto me ayuda muchísimo, ya no solo a la hora de hacer reseñas, sino también para ubicarme bien en la historia, sobre todo en esas en las que aparecen trillones de personajes y/o se mueven por mil sitios distintos.
- Forrarlos. Si un libro es tapa blanda o dura, sin sobrecubierta ni solapas, tengo que forrarlo. Odio que los libros se me estropeen por los picos y que se abra, por eso el 99% de los libros que tengo así los forro, para que estén más protegidos y así evitar posibles roturas.
- Quitar la sobrecubierta. No en todos los libros vienen, pero los que sí cuentan con ella yo la dejo apartada mientras leo el libro. Esta es una manía o costumbre que adquirí hace unos cuatro o cinco años, porque recuerdo que leyendo el primer libro de Cazadores de Sombras no la quité y la tinta del título que aparece en el lomo sufrió graves consecuencias >·< (aún sufro por ello).
- Post-it. ¿Qué haría yo sin mis post-it? Me encanta ponerlos en mis citas y/o escenas favoritas. Dependiendo del libro, elijo un color u otro
(si, llamadme friki, que os dejo). Antes apuntaba las citas que me gustaban en un cuaderno, pero más tarde descubrí que era más sencillo poner un post-it (de estos pequeñitos y adorables) que sobresaliera del libro para marcarla y poder releerla siempre que quisiera. - Leer las sagas de seguido. Esta es una manía insalubre, la verdad, y no la cumplo siempre a rajatabla. Me gusta leerlas de seguido porque así tengo todos los detalles frescos y evito que la información se pierda en la laguna que llega a ser a veces mi cerebro; pero cuando descubres que todo el mundo habla de la misma saga, que dicen que es genial, solo lees cosas maravillosas sobre ella, y aún faltan por publicar otros libros de la misma... resulta muy difícil no caer en la tentación.
- Llevar un libro, vaya donde vaya, siempre conmigo. Pues si, y desde que tengo el e-reader esto se ha vuelto ya como una parte de mi cuerpo. No puedo ir a ningún sitio sin un libro que me acompañe. Llamadme rara o lo que queráis, pero nunca se sabe cuando te hará falta la compañía de una buena historia. Normalmente, prefiero llevar libros físicos, pero a veces, por comodidad -o para que quepa en el bolso-, tiro del e-reader.
- No pinto, subrayo o doblo hojas en los libros. No me gusta. Desde bien pequeña, cuando empecé a leer mis primeros libros, mi madre me enseñó a que los libros hay que tratarlos como si fueran bebés: con cariño y mucho cuidado.
- Dividir el libro. Me explico: hay libros que se dividen en partes, pues yo las separo (o divido) con post-it; otros libros no cuentan con divisiones en partes, entonces yo divido el número de páginas totales entre cuatro, separo esas partes con post-it e intento leer al día una de esas partes. Esto último no siempre es así, porque hay libros que tienen muy buen ritmo y que me enganchan desde el principio y me los leo en el mismo día, otros me cuesta más adentrarme en la historia y por eso intento leer hasta donde he marcado (así evito que el libro me dure una eternidad, también); pero otras veces son el tiempo, las clases, los exámenes o simplemente la vida cotidiana los que me juegan malas pasadas y me impiden leer algo más de un capítulo.
- Apuntar mis lecturas en un cuaderno. Esto no es tan raro, la verdad, xD. Desde hace ya unos cuatro años, tengo un cuaderno en el que escribo mis lecturas mensuales. No pongo fecha de inicio y fin, porque para eso tengo anobii o good-reads, pero así puedo comprobar cuántos libros leí, por ejemplo, en marzo del 2010 y cuántos en marzo de este año. A parte, tengo otro cuaderno en el que están escritos los títulos y autores de los libros (ordenados alfabéticamente por titulo) y la nota que les doy.
- No presto un libro sin antes haberlo leído. Soy muy versátil a la hora de elegir mi próxima lectura, puedo pensar al día mil veces qué libro leeré en cuanto acabe con el que estoy y las mil veces elijo uno diferente. Además, me gusta estrenar mis libros, por eso no los presto sin antes haberlos leído yo -salvo a mi madre o mis hermanos, que como los tengo a mano, se lo puedo coger si lo están leyendo y me apetece leerlo a mí también.
Espero que paséis un feliz martes¡Un abrazo y nos leemos! ♥