Faltando pocos días para terminar agosto (o sea de pasar el invierno), y dejando de lado algunos malestares, sufriendo otros, vuelvo a escribir acá con el mismo optimismo del post anterior.
Este sábado pasaron cosas muy locas y muy intensas. Salimos a comer al centro, a nuestra rica picada, a pesar de que el día estaba feísimo y que el pronóstico de lluvia se estaba cumpliendo. Patrañas, dije, si tenemos paraguas no tenemos para qué privarnos del lujo de comer unos ricos porotitos granados.
Sí! Una maravilla! La Plaza de Armas está siendo remodelada, así como la Catedral... están restaurando su fachada, entre esos arreglos está también la imagen de la Virgen. Que ha estado por años en lo alto. Ahora esa imagen está dentro de la Iglesia, a la mano, mientras termine la restauración.
No podíamos dejar de ir a verla, cómo no hacerlo! mirarla desde la cercanía que me permite mi pequeñez, ver con atención sus hermosos detalles, lo regio de su composición... aluciné! La toqué, con reverencia y misticismo, dejando caer mis labios sobre uno de sus pies...
http://noticias.iglesia.cl/noticia.php?id=23468
No podía creerlo, aún no puedo... ella pronto volverá a sus alturas, desde donde seguramente seguirá contemplando el ritmo de los tiempos, alejada de nosotros... más hubo un momento, mágico y traslúcido, donde quienes acudimos a la Catedral, pudimos tocarla... tocar una estrella...
http://diario.latercera.com/2011/04/25/01/contenido/santiago/32-66925-9-imagen-de-la-virgen-regresara-a-la-catedral-en-junio-luego-de-restauracion.shtml