Toreros de moda

Publicado el 10 abril 2011 por Njimenez79
Foto: Prime Time Comunicación
Los toreros tienen morbo. Así, tan repeinaos. Tan estupendos ellos de traje y corbata. Y de luces… ¡ay, de luces! Supongo que todas (y casi todos) estaréis pensando en Cayetano –yo también, para qué nos vamos a engañar-. ¿O quizá os pone más Manzanares? Ambos van de efebos con puntito agreste, de chicos de portada con cara de velocidad, de cuerpos Danone envueltos en seda, y ambos le han dado al toreo un cierto halo de glamour que se agradece.
A veces parece que torean más fuera de la plaza que sufriendo sobre el albero, pero dicen quienes los conocen que lo hacen por amor, y no al dinero, sino a la fiesta taurina. Lo comentaba Anya Bartels-Suermondt en la presentación de su nuevo libro fotográfico, elogio rotundo a Cayetano, ese torero que se mira en los Espejos en la arena (Libros Cúpula) mientras trata de “alcanzar la felicidad en la plaza”, dice la fotógrafa alemana.
Ese no sé qué de los toreros empuja a muchas marcas a elegirlos como imagen de sus productos: si Loewe elegía al modelo de Armani para lanzar su perfume 7, la marca española de relojes Artauro ha acudido a la misma estrategia y ha fichado a Santiago Ambel Posada para que luzca sus pelucos en toda ocasión.
No podría ser de otro modo, porque los relojes, hechos con maquinaria suiza, están claramente inspirados en la tauromaquia e incorporan a su diseño el asta de toro.
Siendo Artauro firma ubicada en Córdoba, cualquiera habría apostado por que sus dueños eligieran a Finito de la ídem para hacerse la foto de rigor. Pero Juan y Magdalena, los hacedores del invento, han apostado por la savia nueva de un torero con prestancia pero sin alharacas. Elegante y serio. Con empaque. Con más futuro que pasado. Con toda una carrera por delante para conseguir que se paren los relojes al compás de su toreo, por mucho que a Artauro le pese. Ah, y guapo.
Publicado en Todo sobre mis trapos.