Nuñez del Cuvillo: Veintidós corridas de toros.
Alcurrucén: Veintidós corridas de toros.
Zalduendo: Diecinueve corridas de toros.
Fuente Ymbro: Dieciocho corridas de toros y siete novilladas.
Victorino Martín: Dieciséis corridas de toros.
Gavira: Quince corridas de toros y cinco novilladas.
Garigrande: Quince corridas de toros.
José Luis Pereda: Catorce corridas de toros.
Valdefresno: Doce corridas de toros y tres novilladas.
Palha: Nueve corridas de toros y dos novilladas.
Miura: Nueve corridas de toros y una novillada.
Dolores Aguirre: Ocho corridas de toros y dos novilladas.
Escolar: Siete corridas de toros y una novillada.
Cuadri: Cinco corridas de toros.
Ana Romero: Cinco corridas de toros.
Partido de Resina (Pablo Romero): Tres corridas de toros y tres novilladas.
Lecturas:
1) Victorino, en el pelotón de las torifactorías industriales. Entre FuenteYmbro y Gavira, con lo que tiene eso que escocer.
2) A la vista de los resultados que están sacando Cuvillo, Zalduendo o Gavira, por ejemplo, criar con quinientas, seiscientas u ochocientas vacas es como el cultivo en los invernaderos del poniente. Mucho fruto rojo, maduro, esférico, pero tomate no es y a chirimoyo no llega.
3) Los ganaderos poligoneros, los de la rama comercial, que curiosamente son los que trabajan con los encastes más pacíficos, son los que usan fundas indiscriminadamente. No vaya a ser que `sólo´puedan vender 130 toros, en vez de 133. El oficio de Mayoral será enterrado por el de contable en las ganaderías, perdón quería decir granjas torícolas. Al tiempo.
4) La importancia de las figuras en la colonización de las ferias por el toro de las tres bes (bonito, borrego, bobo). De qué iba a vender Cuvillo veintidós (más las que vendería aún) o Zalduendo diecinueve. Las figuritas de pitiminí, o de plomo también, son los mayores responsables de la extinción de multitud de encastes.
5) Todo lo que huela a duro, a agrio, es automáticamente arrinconado. Empezando con las ganaderías que teniendo cinco o seis corridas tienen que malvender algunas y otras enviarlas a Francia y siguiendo con los presidentes `robaorejas´, los aficionados negativos que sólo van a martirizarse a la plaza y los toreros, estos sí, que no pasan por el aro de la taurocracia.
6) Se corre el auténtico peligro de que el dueño de alguna de las ganaderías duras pueda caer en la tentación de mudarse de pelotón. Victorino ha sido el primero. A Joao Folque le salen toros `raros´. En Partido de Resina y Escolar ya se enfunda.