Tormenta de espadas (Canción de Hielo y Fuego III), de George R. R. Martin

Intentando resumir sin destripar demasiado.

Las cosas van a peor; la guerra está por todas partes. Robb Stark está ganando todas las batallas, pero aun así, en lugar de “el Rey en el Norte”, le llaman “el Rey que perdió el Norte”. Catelyn Stark actua por impulso y, sin quererlo, crea muchos conflictos entre Robb y sus abanderados, lo cual no es para menos, pero claro, ella solo quiere recuperar a los hijos que le quedan y su manera de intentarlo es bastante comprensible si no eres un hombre de armas.

Jon Nieve las pasará canutas con los salvajes, aunque también va a tener tiempo para disfrutar y olvidarse por unos momentos sus votos como Hermano de la Guardia de la Noche; el pobre siempre tiene remordimientos y pasa demasiado tiempo reflexionando sobre si lo que hace está bien. Le ha tocado una buena papeleta. Por otra parte, Sam tiene sus propios capítulos en esta entrega, y no quiero destripar nada, pero solo diré que a partir de ahora pasará a ser “Sam el Mortífero”

¡Me encanta Sam!

Bran sigue con los lacustres y con Hoddor, rumbo al norte para atravesar el Muro. Ha habido momentos de muuuucha tensión con Bran, yo creía que me iba a dar un soponcio en determinada torre de cierto castillo derruido… Además nuestro pequeño amigo está desarrollando unas capacidades mentales cuanto menos sorprendentes (¡Qué interesante se pone la historia!). De Rickon todavía no sabemos nada, jolín.

Sansa sigue en Desembarco del Rey, a merced de Cersei, a la que se le odia más y más a cada minuto que pasa. La pobre Sansa solo tiene una esperanza, y es el bufón borracho del rey Jofrey…. Tyrion Lannister tendrá que enfrentarse a su padre y a su querida hermana, ahora que están todos en la corte, y no le será nada fácil hacerse valer.

Arya, por la que tanto he sufrido, casi tiene buena suerte, pero es un espejismo, claro. Visto lo visto, me consuelo con que siga viva.

Y Danny va a tener su ejército y no es un ejército cualquiera, os lo puedo asegurar.

Hay alguna novedad muy novedosa, y es que Jaime también va a tener capítulos propios. Por determinadas circunstancias viaja por medio Poniente con Brienne (adoro a Brienne) y por alguna treta mental que el autor utiliza contra nosotros, de repente parece que no es tan odioso. ¡Pero si era el demonio personificado! Y ahora casi hasta me cae bien… Casi te dan ganas de que haga alguna maldad para volver a odiarle un poco. Esto es muy raro.

Y además el autor logra sorprendernos porque ¡¡no todo lo que pasa es malo!!

Aunque, en realidad, lo bueno es que les pase algo malo a los malos. En todo caso, es bueno, así que perfecto.

Es el libro más largo de la saga hasta el momento, pero en mi opinión la emoción no decae en ningún momento. George R. R. Martin mantiene el ritmo y sigue ensimismándonos con la historia. También nos da sacudidas de vez en cuando, y de verdad que una se indigna, se hecha las manos a la cabeza y blasfema cuando las situaciones lo requieren. Mención especial a los últimos capítulos, que son APOTEÓSICOS (para morirse, por lo menos). Vuestra vida nunca volverá a ser la misma después de leer esta saga.

Ya estoy con el cuarto y, para empezar, sufro porque la saga no está terminada y no sé cuándo podremos leer el resto. Además, como Festín de Cuervos acabe igual que Tormenta de Espadas, ¿qué voy a hacer? ¿Hay algún placebo, por favor? Necesito respuestas porque me entran sudores fríos solo de pensarlo.

Mis reseñas de los anteriores libros de esta saga:

• Juego de Tronos (Canción de Hielo y Fuego I)
• Choque de Reyes (Canción de Hielo y Fuego II)

+++++++++++++++

Título: Tormenta de espadas (Canción de Hielo y Fuego III)

Autor: George R. R. Martin

Editorial: Gigamesh

Encuadernación: Tres libros de bolsillo

ISBN: 978-84-96208-76-6

Precio: 21,00 €

Propósito personal: no lo cumple.

RETO 2011: Fósforo, P