El funcionamiento comienza con la entrada del aire dispositivo, generando un vórtice interior y de esta manera se crea una nueva clase de corrientes continuas (también en ausencia de viento). Para su funcionamiento será suficiente una velocidad de viento de tres o cuatro metros por segundo para asegurar una potencia de 100/200 vatios. Con vientos mas fuerte podrá llegar a la misma potencia de un aerogenerador tradicional.
Con este nuevo dispositivo se logrará reducir el impacto visual o paisajístico, las emisiones de ruido acústico, y sobre todo, el riesgo para la avifauna (las principales victimas de la energía eólica).
Este generador lo veremos en acción a partir del segundo semestre del 2010, cuando en el Parque de los Montes Sibillini (Italia) la compañía WesternCo inicie la construcción de la primera central eólica con este dispositivo.