Toros, Ovejas y Becerros

Por Cooliflower

Estas navidades produce estupor oír a gente a la que la tauromaquia le importa un pimiento decir “¡Lo que faltaba!, ¡ahora nos quieren quitar los toros!”.

Cuando los intereses se suman, ocurren situaciones así de raras. Realmente, a muchas personas el asunto de la prohibición de las corridas de toros les da igual, pero todos juntos y en modo ovino se apuntan a su uso político. Sosteniendo numerosas opiniones pro-taurinas, también priman intereses económicos que mueven a medios de comunicación -algunos, supuestamente progresistas- a defender a capote y espada este bochornoso espectáculo. “¡Abónate!, necesitamos tu dinero”. Y claro, no podían faltar algunos intelectuales y artistas que no moverían ni el dedo meñique por la precariedad laboral o el cambio climático pero firman un manifiesto en el que hablan de “cultura, respeto y tolerancia”. ¿Ver a un animal sufrir desangrándose sobre la arena es cultura, respeto o tolerancia? Entonces también lo es la ablación de clítoris, las lapidaciones o la caza del zorro británica.

“La fiesta” (¡vaya fiesta de bullshit!, dirían los toros) es un anacronismo hiriente. La cultura nunca debe ser una excusa para planear por encima de la ética… Pero antes de comportarnos como hooligans y tomar ninguna decisión, habría que pensar en el futuro del toro de lidia sin corridas de toros, un hermoso animal que debería garantizar su supervivencia tanto dentro como fuera del ruedo.

Si todos nos planteamos ¿Qué hacer para solucionar…? en vez de exclamar “¡Viva! o “¡Fuera!”, como si la vida fuera un partido de fútbol, el mundo marchará bastante mejor. Cooliflowerenses, estas navidades os pedimos opinión, dejad vuestras impresiones en el blog o nuestro link de Facebook.

¿Y tú qué opinas?