Toros sí

Por Malaka

Toros sí

Tras casi un año viviendo huérfanos de emoción, solo pienso en el regreso de José Tomás

Matías Antolín en el diario de Burgos

“Recientemente, Salvador Boix, apoderado de José Tomás, ha resultado ganador del Premio de Ensayo Temas de Hoy con su libro Toros sí. En este magnífico texto desvela las claves de la prohibición de toros en Cataluña mientras reflexiona con lucidez, coherencia y pasión sobre los valores de la tauromaquia. Vuelvo a poner cuesta abajo mi pasión para escribir sobre José Tomás, para quien la vida gira en torno del toreo. Cita de lejos e, impertérrito, aguanta los embroques sin descomponer la figura. Así sueño yo el toreo, así lo interpreta José Tomás. El gran aficionado de Villalba, Carlos Luis López, me dijo, en presencia del padre del torero, que José Tomás lleva en el esportón, junto a los trastos de torear, la casi olvidada virtud taurina de provocar la emoción del escalofrío. Decía Juan Ramón Jiménez: Y yo me iré y se quedaron los pájaros cantando, y José Tomás seguirá toreando al natural, de frente y por derecho, con el alma puesta en el punto de la plaza donde otros sólo ponen la muleta y, si acaso, que no es poco, la mirada, la femoral y los testículos…Desde pequeño se me abrieron las orejas como un paraguas para escuchar hablar de toros a mi padre. Si José Tomás dijo aquello de vivir sin torear no es vivir, yo siento retumbar en mi memoria estas palabras de José Tomás: «Se ha llegado a decir que salgo al ruedo para que me mate un toro. ¡Eso es una barbaridad! Torero para vivir, no para morir. Pero toreando para vivir te tienes que poner en ese sitio y ahí los toros cogen y dan cornadas. Eso sí lo tengo asumido porque si no te estarías engañando y yo no quiero engañar ni a mí ni a nadie».

Tras casi un año viviendo huérfanos de emociones, sólo pienso en la vuelta a los ruedos de José Tomás. Su vuelta es oportuna en estos tiempos donde la hueste antitaurina entra al trapo con mayor virulencia. José Tomás, en estos tiempos de acoso a las corridas de toros, se ha convertido en el mejor argumento de su defensa. Este torero, de obligada analogía con el estoico Manolete, me ha regalado mis mejores tardes de toros; brindo por él mientras hago recuento de esas faenas que guardo en la alacena de mi corazón, y que jamás arrastrarán las obstinadas mulillas del olvido. Su regreso tras la grave cornada que sufrió en Aguascalientes será factor determinante para la implantación de la fiesta de los toros en pleno Siglo XXI. Allá donde se vista de luces, volverá a levantar huracanes de pasiones, olas de expectación. El y sólo él devolverá a la fiesta la máxima expectación. Cada tarde ciñe más a su cuerpo la embestida, cada tarde hilvana más hilados los pases. Borda el toreo. Asombra su manera de ligar las tandas sin dejar espacio muerto entre pase y pase..Su toreo es música callada, sólo para los ojos. Estamos ante un torero intelectual e independiente, comprometido con la libertad y la ética. José Tomás es el punto imprescindible para apoyar la palanca de la fiesta taurina.”  

Servidor también brinda por José Tomás.