Matar toros de manera más o menos artística fue bautizado por alguien como “fiesta nacional”, cuando buena parte del país detesta ese espectáculo con cada día menos seguidores jóvenes, lo que hace innecesario prohibirlo como han hecho en Cataluña.
La diversión, que exige la sangre del animal o del torero, está muriendo rápidamente: hasta agosto los festejos se redujeron el 31,6% con respecto a 2010 y la pérdida de espectáculos hasta el 31 de agosto fue del 240%, con respecto a ese año anterior, según expansion.com.
Paralelamente crece el afición a una “fiesta nacional” inglesa, que es la verdadera "fiesta nacional" de nuestro país.
Fue la que sirvió para que en 2010 millones de jóvenes ambos sexos se sintieran nacionalistas españoles cuando ganó la Copa del Mundo de fútbol la Selección, a la que, para quitarle su carácter nacional, a la que los progresís y los pequeñonacionalistas identifican solamente como “la Roja”.
Tras prohibir las corridas de toros en Cataluña con un último espectáculo este domingo en la plaza Monumental de Barcelona, quedan allí unas diversiones igualmente crueles, pero catalanistas, los “correbous”, en los que los animales sufren numerosas sevicias, aunque sin llegar a la infinita crueldad del Toro de la Vega de Tordesillas (Valladolid).
La prohibición se produce, por tanto, porque las corridas identifican Cataluña con España. La independentista ERC incluso ha exigido vetar allí la venta de recuerdos turísticos con las típicas tópicas bailaoras andaluzas.
Por eso, y aunque detesten el toreo, muchos ciudadanos ven con antipatía la prohibición de las corridas mientras se mantienen los “correbous” y otras exclusiones pequeñonacionalistas.
Algo parecido ocurre con las huelgas de profesores de secundaria de estos días en varias regiones españolas: quienes podrían simpatizar con ellos ven a sus líderes entre banderas republicanas y, en Galicia, con las independentistas, y lo que ganan son antipatías, como los antitaurinos catalanes.
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SALAS En Castilla-La Mancha se formaron algunos piquetes educativos.