El pescado es riquísimo, una buena fuente de vitaminas del grupo B (B1, B2, B3, B9 y B12), rico en minerales (fósforo, potasio y magnesio), bajo en calorías y grasas (ideal, entonces, para incorporarlo a dietas hipocalóricas).
Después de un largo día de trabajo, esta receta será una salida divertida y práctica para comer delicioso, nutritivo y sano. Todos felices y bien alimentados sin morir en el intento. ¿Qué más se puede pedir?
¡¡Nos ponemos manos al pescado!! Limpiá los filetes, cortalos en cuadrados y colocalos en el vaso grande del mixer. Procesá el pescado y reservalo en un bol con sal, pimienta, nuez moscada y jugo de limón. Así, mientras seguimos preparando la receta, se marina con nuestros condimentos.
Aparte, en una sartén, rehogá 1 cebolla mediana con la cuarta parte de un morrón, la cuarta parte de un pimiento amarillo y la cuarta parte de un ají verde (si no tenés tantos colores de ají, no te hagas problema porque la receta quedará súper rica igual). Cuando la cebolla quede transparente y los pimientos pierdan su firmeza (y parte de sus jugos), añadí un buen puñado de ciboulette picado para que se rehogue con el resto de los vegetales. Condimentá con sal, pimienta, orégano y tomillo. Una vez que se cocine, reservá también y esperá a que entibie.
Añadí la mezcla de cebollas, ciboulette y morrones al pescado procesado. Agregá 2 huevos y 1 taza de queso rallado de tu preferencia (Parmesano, Reggianito, Gruyere, Pategras, Fontina...). Condimentá con pimienta y tomillo.
Tomá porciones de la preparación, armá bollitos medianos y aplanalos un poco hasta dar forma de torrejas (o, si lo preferís, de albóndigas o croquetas). Pasalas por pan rallado (quedan húmedas y no necesitan que les pongas más huevo del que ya tienen) y colocalas en una placa a la que, previamente, habías bañado con rocío vegetal. Llevalas al horno y cocinalas hasta que queden doradas de ambos lados (Sí, podés freírlas, pero no serán muy hipocalóricas en ese caso...).
Acompañá con ensaladas varias (zanahoria rallada, tomate y huevo duro; clásica lechuga con tomate, de papa con perejil, de papa con huevo duro, de hojas verdes con unos toques morados...), zapallo al horno, puré de papas, puré de batatas, puré mixto, espinacas gratinadas y todo lo que se te ocurra porque quedará muy bien con tan elegante protagonista principal.
A los chicos, los grandes, los amigos de tus hijos, la vecina del quinto "C", la chica nueva de la oficina de al lado, al señor que te cuida el auto cuando vas al banco (y la lista sigue...) les va a encantar esta receta. Y a vos ni te cuento porque es rapidísima, facilísima y riquísima.
¡¡Bon appétit, mon ami!!