He de confesar que no había visto ni una sola de las películas de Torrente hasta que hace unos días me invitaron a la premiere de la nueva entrega. Deprisa y corriendo, me hice un maratón de la saga, y bueno, sin llegar a entusiasmarme, entiendo que año tras año haya sido una de las grandes salvadoras de la taquilla española.
El cine no son solo efectos especiales y explosiones, actores chulazos y actrices guapísimas. El buen cine no se reserva únicamente a las películas que transmiten un mensaje, a las que nos estimulan intelectualmente, el cine no es solo Malick, Michael Haneke, Luis Buñuel, o Tarkovski. El cine, y el buen cine, también puede ser entretenimiento. Y nos guste o no, lo consideremos bueno, o bazofia, Torrente consigue entretener al gran público en general. Es machista, franquista, racista, casposo, asqueroso y moralmente incorrecto, pero gusta. Torrente es Aída, esa serie española que nadie veía pero que, ¡sorpresa! Domingo a domingo acumulaba millones de espectadores tras la pantalla. Será que el humor negro, fácil y chabacano si triunfa en este país. Pero, ¿es eso algo malo? Fuera los prejuicios, que ni ver Torrente te convierte en un burro inculto, ni visualizar a Angelopoulos te hace erudito. Cuándo alguien compra una entrada para ver cualquiera de la saga de Segura, ¿qué se espera encontrar? Desde luego no te puedes tomar al personaje ni a la historia en serio, porque entonces, dudo que alguien disfrute de la película.
En esta entrega, Santiago Segura nos traslada al año 2018. Torrente sale de la cárcel a un mundo desconocido. España ha sido expulsada de la Unión Europea, Rajoy sigue siendo presidente de España, Pablo Iglesias es el líder de la oposición, y Cataluña se ha independizado. Entre tanto, él y su grupo de inadaptados planean un atraco a uno de los casinos de la ficticia Eurovegas. ¡Premio para Segura! La construcción de este mundo distópico es uno de los puntos fuertes de la película, y sin lugar a dudas, la mejor ambientación de la saga.
En mi opinión lo peor de Torrente es que hayan tenido que rodarse cinco entregas para llegar a su punto álgido, porque señores, estamos ante la mejor película del antihéroe español. Segura es un hombre listo, muy listo, se ha sabido rodear de sus amiguetes, ha tenido un trabajo de marketing brillante, y ha enmendado los errores que condenaban Torrente 3 y Torrente 4. A decir verdad, ninguna de las anteriores entregas llegó a gustarme del todo, siempre les faltaba algo, y ese algo me lo da esta quinta película. Operación Eurovegas nos brinda una historia y un guión bastante más sólido que las demás cintas. El fallo de las otras películas era sostenerse bajo la acción cómica, la sucesión de gags, y cameos, sin tener una trama del todo definida. Ojo, sigue habiendo chistes malos, tetas, el Atleti, el Fary, cameos y obscenidades varias. En ese aspecto Torrente 5 no aporta nada novedoso a la saga, pero si se agradece la forma en la que el director ha administrado estos elementos. Tener un objetivo claro, el robo al casino, le proporciona claridad para la construcción de los tres actos clásicos. Es un guión simple, muy simple, pero en esta ocasión funciona a la perfección.
Esta entrega es una película coral al más puro estilo Ocean's eleven. Torrente 5 no podría funcionar sin sus secundarios. Destaco en primer lugar a Jesús Janeiro, Jesulín de Ubrique, o Jesusín, como se hace llamar en el film. El tío actúa mal, mal, mal, pero es que te tienes que reír con él. Segura construye el guión sabiendo y aprovechando las debilidades de sus actores, dotándolos de gags, que hacen referencia a su vida real, consiguiendo la carcajada del espectador. Carlos Areces brilla en cada intervención, al igual que Florentino Fernández. Julián López está correcto, si bien era difícil superar la estela de Gabino Diego. Barragán, Fernando Esteso y Cañita Brava completan el grupo. Por la parte negativa, Bigotes y Dientes aportan más bien poco a la trama, y Angy, y Anna Simon están bastante mejorables. Alec Baldwin, actor estadounidense, será el cabecilla de la operación. El actor se esfuerza y chapurrea frases en español que ha aprendido fonéticamente. Nadie sabe que hace en la producción española pero su presencia es bienvenida.
Por último, Torrente se supera entrega tras entrega en su apartado técnico. La fotografía y el diseño es impecable, mostrando un Madrid distópico, decadente, con tonos amarillentos, polvorientos, en contraposición a Eurovegas, un espacio para la gente de bien, lujoso, donde destacan los tonos azules.
¿Conseguirá Torrente 5 atraer a las masas al cine? ¿Es el fin de una saga que ha durado 16 años? Y sobretodo, ¿por qué le sienta tan mal a ciertos sectores de la sociedad que Torrente sea un referente del cine patrio? ¿Acaso Transformers, American Pie, o Fast and Furious, no son productos llenos de arquetipos que están sobreexplotados hasta la médula? Y ahí están, año tras año estrenando una nueva entrega. La calidad es totalmente discutible, pero si algo gusta, divierte, y genera dinero, ¿por qué parar? Como dice Segura: “Torrente existirá hasta que el público se canse”.
Laura Magaña Martínez.
Al director y protagonista de la saga 'Torrente', Santiago Segura, parece que le ha gustado la crítica ;)
Gracias Santiago!
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