Así que con "gran pena" (ejem) y "mucho esfuerzo" (ejem) me puse a preparar por primera vez unas torrijas en mi casa. Por que, aunque he comido muchísimas (ya os comenté la otra vez que las torrijas en mi familia no era una cosa exclusiva de semana santa), nunca las habíamos preparado nosotros...
Y, una vez que las he probado, puedo confirmar que no saben igual. Me pasa lo mismo que con los bocadillos, no tienen el mismo sabor cuando los haces tú que cuando te los prepara otra persona. Sin ninguna duda, siempre están más ricos con la segunda opción ¿no os pasa lo mismo a vosotros?
Volviendo a las torrijas... La verdad es que son muy fáciles y rápidas de preparar. En un momento tienes el acompañamiento ideal para un rico café, te sirven tanto como desayuno, merienda o postre y encima tienen una textura suave y un sabor muy rico ¡No se les puede pedir más! Bueno, quizá una cosa.... por que yo sigo pensando que si las hubiera preparado mi cocinillas habrían estado mucho mejor ;) jaja.
Ingredientes (12 uds. aprox.)
- 700 ml. de leche
- 1 rama de canela
- 3 cucharadas soperas de azúcar
- 300 gr. de pan
- 2 huevos grandes
- Un trozo de piel de un limón
- Aceite suave
- Canela en polvo (opcional)
Pon a calentar la leche junto con el azúcar, la rama de canela y la piel del limón en un cazo a fuego fuerte. Remueve para que se mezcle todo y cuando vaya a comenzar a hervir retira del fuego. Reserva hasta que se temple la leche.
Con cada una de las rebanadas tendrás que seguir los mismos pasos. Primero ponla en el plato que contiene la leche y deja que la absorba hasta que el pan se ablande un poco, y luego pásala por el huevo cubriéndola por completo.
Se recomienda acompañar con un café o chocolate bien calentito :).