TORTA IMPERIAL DE NATA (Receta Original de La Boca Chocolate).

Por Labocachocolate @labocachocolate

Creo que esta ha sido la receta que más tiempo me ha llevado conseguir, pero por fin tengo el resultado que buscaba. Os puedo asegurar que no pienso volver a comer una torta imperial en mucho tiempo, pues me he hartado de comer tortas de todos los tamaños, con diferentes esencias, rellenos, siropes, cremas y demás. Aunque en el blog sólo he publicado 2 intentos, para conseguir la receta parecida a la de la torta imperial de nata de Vigo, fueron más de diez tortas las que he cocinado y, por supuesto, ingerido como un campeón jajajaja.

Pero al final, después de un duro y placentero trabajo, hemos conseguido lo que buscábamos, una receta de la torta de nata que, aunque no es exactamente igual a la original, se le asemeja tanto que no sé si podríais decirme cuál es cuál.

Aquí tenéis la ansiada receta, espero que la guardéis como un tesoro pues, bajo mi criterio, es la mejor receta de la torta imperial que podréis encontrar en la red, simplemente por el hecho de que es una mezcla de todas las que yo he encontrado y cualitativamente mejorada. Es nuestro regalo para todos vosotros y deseamos que la disfrutéis durante las fiestas tanto o más de lo que nosotros lo haremos.

INGREDIENTES:

2 sobres de levadura para pan
50 cc. de agua tibia
20 gr. de copos de patatas (para hacer puré)
2 huevos
20 ml. de aceite de girasol
25 gr. mantequilla
65 gr. azúcar
225 gr. harina
1 chorrito de vainilla
1 chorrito de vino de Oporto o Jerez.

ELABORACIÓN:

Si tenemos panificadora lo que haremos será mezclar el agua tibia con la levadura y diluir esta en el agua. Luego añadimos los huevos batidos, el aceite, la mantequilla derretida en el micro con antelación, la esencia de vainilla y un chorrito de Jerez o de vino de Oporto.

Luego añadimos el resto de componentes y amasamos durante 30 minutos hasta conseguir una masa no muy densa y difícil de trabajar ya que se pega a todos los sitios.

Una vez conseguida la masa la dejaremos levedar en un sitio cálido hasta que doble su tamaño.

Cuando la masa haya conseguido en tamaño deseado la introduciremos en un molde previamente engrasado y dejaremos levedar hasta que doble su tamaño de nuevo.

En el momento en el que ha doblado el tamaño le hacemos unos círculos imprimiendo nuestros dedos en la masa dejando las marcas tradicionales de este postre y lo ponemos a cocerse en el horno a 160-180 grados hasta que empiece a dorarse.

Cuando veamos el primer signo de que empieza a dorarse la retiramos del horno, dejamos enfriar y desmoldamos.

Si vemos que con el levedado los agujeros se han cerrado podemos volverlos a abrir con ayuda de un bolígrafo o un palito de tamaño de los orificios.

Ahora es el momento de realizar la nata cocida. Si consultáis internet y veis diferentes recetas veréis que las teorías son muchas y muy diferentes, desde leche condensada a una crema hecha con harina y azúcar. Todo era mucho más sencillo, la cubierta era de nata cocida y azúcar. Para realizarla utilizaremos 400 ml de nata líquida y 6 cucharadas de azúcar.

Hervimos la nata durante 5 minutos revolviendo sin parar y dejamos entibiar.

Cuando la mezcla esté tibia la vertemos sobre nuestra torta y con ayuda de una espátula la repartimos equitativamente por toda la torta y rellenando cada uno de los agujeros.

Dejamos enfriar y espolvoreamos con azúcar glas.

¡¡¡¡Y RECETA TERMINADA!!! Estoy seguro que esta será una de esas recetas que repetiréis varias veces al año, y esperamos que cada vez que la disfrutéis recordéis lo bueno que es que se nos haga LA BOCA CHOCOLATE.

Un besazo!