Cuando no todas las casas contaban con horno, muchas mujeres amasaban en casa y llevaban sus masas a hornos de panadería cercanos. Mi abuela era una de ellas. Mujer intrépida de las de antes, que podéis ver en la foto con vestido claro, rodeada de una vecina y curiosos que no faltaban cuando aparecía una cámara.
Ella se iba con su barreño al Horno de Santa María, situado por entonces en la Carretera de Jerez. A las afueras de Sanlúcar. Allí se daban cita amigas y vecinas que estiraban y horneaban estas masas dulces. Imagináos cómo serían esas tardes de charlas y confesiones.
Estas tortas reciben el apellido "del Horno" porque se hacían en estos hornos "públicos" por así llamarlos y había varios en Sanlúcar, al igual que en muchas otras ciudades y pueblos andaluces.
Esta receta se elaboraba especialmente antes de las navidades. Cuenta con ajonjolí y anís en la masa y va con toque especiado de canela y clavo. Su textura está a medio camino entre galleta y polvorón. Tiene el crujiente de una galleta y el sabor delicioso de un polvorón sin ser nada pesado ya que se elabora con aove. De hecho después de probar una, la siguiente va detrás...
Luego se guardaban entre paños en un canasto y se repartían o llevaban a las casas de las vecinas para compartir en las fiestas.Una tradición bonita además de recetas, que junto con las tortas fritas, son tesoros que mi abuela me ha pasado en vida y que hoy, a sus 95 años, ya casi 96, me alegra contándome sus peripecias e historias de juventud.
A la izquierda podéis ver a mi abuela junto a una vecina y curiosos de la zona
Mi madre tiene gratos recuerdos recuerdos de aquella época pues comenta que iban, canasto en mano, junto a otros enseres a visitar a sus vecinas en los días de fiesta. Un día como hoy, 25 de diciembre, pasaban la tarde de casa en casa ofreciendo sus tortas, anís o moscatel miebtras cantaban villancicos y se felicitaban las fiestas.
Hoy quiero rendir homenaje a estas tradiciones que se están perdiendo. Aunque tenemos hornos en casa, si que veo que se está perdiendo la tradición de compartir con vecinos y allegados aunque haya excepciones, claro está. Pero sí que hay un ajetreo de compras y regalos que a veces hacen perder el verdadero significado de estas fiestas.
¡Pasamos a la receta!
Ingredientes:
Para unas 40 tortas de 5 cm. diámetro.
500 grs. harina trigo
125 grs.azúcar150 ml. aove
2 cdas. canela molida
1/2 cda. clavo
2,5 cdas. anís
2,5 cdas. ajonjolí
Ajonjolí para decorar
Preparación:
Iniciamos dorando el ajonjolí en la sartén unos minutos y reservamos.
A continuación, freímos el anís o matalaúva en el aceite. Cuando comience a dorarse y a desprender aroma apartamos y dejamos enfriar. Colamos y reservamos.
En un cuenco, colocamos la harina y en el centro haremos un hueco en el que iremos añadiendo todos los ingredientes. El aceite infusionado, azúcar y especias. Añadimos también el ajonjolí o sésamo tostado e integramos bien. Es una masa algo quebradiza, hay que manejarla con destreza.
Boleamos, envolvemos en papel film y dejamos reposar en la nevera hasta que enfríe. Luego la iremos estirando con rodillo, nos ayudamos con un poco de harina sobre la superficie y el rodillo para manejarla mejor.
Damos forma con cortadores. Vamos disponiendo en bandeja forrada con papel vegetal.
Horneamos a 180 grados unos 10-15 minutos. Dejamos enfriar antes de poner en rejilla que pueden romperse. Enfriamos completamente y conservamos en recipiente hermético varios días. Ya me diréis el resultado. Es difícil probar sólo 1...
Espero que os guste la receta. Es un trocito de nuestra historia familiar que quería tener en mi recetario y compartir con vosotros. Sería muy bonito si probárais a hacerlaa en casa y me digáis que tal el resultado. La receta original no tenía manteca de cerdo y al contener aceite de oliva son más ligeras y saludables. Os animo a probarlas.
Os deseo mis nejoresdeseos para estas fiestas. Feliz Navidad a todos 💫
Un abrazo,
Maribel García 🍓