La receta de hoy se trata de unos tortiglioni con ricota.
En realidad este plato es muy sencillo de elaborar, una cocción a fuego lento es uno de los requisitos.
El ingrediente más importante es el tomate, así que debe ser de muy buena calidad y con un sabor auténtico.
Ingredientes:
1 tomate grande
1 cebolla
una pizca de sal y otra de azúcar
1 chupito de vino blanco
varias hojas de albahaca fresca (para la salsa y para decorar)
tortiglioni (unos 100 gramos por persona)
c/s queso ricota
Cortamos la cebolla en brunoise, no es necesario que quede perfecto si queda irregular no hay problema.
La pochamos en una sarten con aceite de oliva junto a una cucharada de sal y otra de azúcar.
Cuando empiece a tomar un color dorado le incorporamos el vino blanco.
Le subimos un poco el fuego para que evapore el alcohol, sin dejar de remover.
Cortamos el tomate en trozos y lo pasamos por la turmix. Tomará un color más rosado y es debido al aire introducido al batir.
Cuando haya evaporado el alcohol y tome de nuevo un poco de color la cebolla, añadimos el tomate triturado.
Probamos la salsa y la rectificamos de sal.
Introducimos en la salsa 3-4 hojas de albahaca grandes, y dejamos reducir a fuego mínimo durante 30 minutos aproximadamente.
Mientras, cocemos la pasta en una olla con abundante agua con sal durante el tiempo que el envase indique. Pasado ese tiempo, escurrimos y refrescamos.
Cuando la salsa haya reducido y quede espesa y sin agua estará lista.
Añadimos un poquito de nada de queso ricota a la salsa, pero muy poco.
Emplatamos colocando la salsa en el centro encima de la pasta, un poco de ricota encima del todo y hojas pequeñas de albahaca para decorar.
Espero que os haya gustado, hasta la próxima receta!