Justo en el lugar exacto donde Ramón Machado Ventura pidió a las víctimas del huracán Ike recoger tablas viejas y enderezar clavos retorcidos porque los recursos por llegar no alcanzaban para todos los damnificados por el ciclón, ahora construye una brigada con todas las de la Ley
LAS TUNAS, Cuba. – El huracán Ike había destrozado de forma total o parcial el 76,6% de las viviendas de este municipio el lunes 8 de septiembre de 2008, cuando, pasadas las tres de la tarde del martes 9, el vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros José Ramón Machado Ventura, llegó hasta la calle Vicente García, aquí en Puerto Padre.
Frente al derrumbado tostadero y almacén de café, un grupo de personas accionaba una bomba manual procurándose agua potable. Llegado el Dr. Machado Ventura y su comitiva, los presentes se congregaron junto a ellos. Cortando por lo sano una vecina dijo que, “son recursos y no palabras lo que necesitamos”.
Pero Machado Ventura, también segundo secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba (PCC), no traía ni lo uno ni lo otro: llamando a la situación por su nombre, pidió a las víctimas del huracán recoger cuantas tablas esparcidas fueran útiles y enderezar tantos clavos como fuera posible, pues, “recursos llegaran, pero no alcanzan para todos”.
Pronto se cumplirán siete años de tal vaticinio de Machado Ventura. Su certeza lo prueban casas de familias, hoteles, restaurantes y toda suerte de edificaciones que en este municipio están por reconstruir o por edificar. La falta de acciones constructivas no es noticia en esta ciudad.
Noticia es, y, por cierto, paradójica, que justo en el lugar exacto donde el señor Machado Ventura pidió a las víctimas del huracán Ike recoger tablas viejas y enderezar clavos retorcidos porque los recursos por llegar no alcanzaban para todos los damnificados por el ciclón, ahora construye una brigada con todas las de la Ley.
Y cuando digo con todas las de la Ley, no empleo metáfora ni frase hecha. Para almacenar arena, gravilla, para que operen martillos neumáticos, grúas, camiones cisternas y obreros, estos es, para construir… con recursos, la calle Vicente García fue cerrada al tránsito vehicular con una alambrada y sobre ella situado un cartel: “Aquí se construye Fiscalía Municipal”.
Donde antes tostaron y almacenaron café, en lo adelante se formularan acusaciones.
Un edificio multifamiliar en beneficio de tantos que hoy carecen de un techo en una sociedad que se dice socialista, bien pudiera construirse donde ahora se levanta la nueva Fiscalía.
Pero jueces, fiscales y policías necesitan abundante espacio en Cuba. Sostienen un ejército de autómatas presentados al mundo cual sociedad civil, cuando de civil, no cuentan ni con la arquitectura, la que se les raciona aún venida abajo por los huracanes en beneficio de oficinas para fiscales y estaciones de policías.
Quien lo dude, que compare la dimensión de la estación de policía que tuvo Puerto Padre antes de 1959, con las instalaciones del Ministerio del Interior que ahora existen aquí.
Ah… o vengan y vean que bien se construye en el mismísimo sitio donde el vicepresidente Machado Ventura dijo que recogieran tablas y clavos arrancados por el ciclón porque no había recursos para todas las víctimas.
Claro, dirá usted y no le falta razón: Machado Ventura se refería a las casas de las gentes y al almacén de café, pero ahora allí se construye el ministerio Fiscal. Y esa es harina, digo, café de otro costal, del que no mezclan con chícharos.
Fuente: CUBANET