"Total, como el SIDA no mata"

Por Aurora Moreno Alcojor @Alcojor

Siempre hablamos de SIDA para referirnos a África, pero ¿qué pasa en España?
Los que en los 90 ya teníamos uso de razón recordamos un tiempo en el que el bombardeo sobre el SIDA era brutal: charlas en los colegios y las televisiones, lazos rojos por doquier, películas, carteles… La información estaba por todos lados y todos éramos conscientes del peligro, pero ¿y ahora? ¿Qué saben los chicos de 16-20 años? ¿Tienen relaciones sexuales seguras o con la píldora basta?¿Son conscientes de lo que implica la enfermedad? ¿Se trabajo lo suficiente con los colectivos de riesgo?
Todo indica que no. La gente se ha confiado. Y además, “como el SIDA no mata”, pues todos tan tranquilos. 
Contra esta confianza luchan asociaciones como UNAPRO, Unión Para la Ayuda y Protección de Afectados de Sida, que estos días está organizando las Primeras Jornadas de Voluntariado y Prevención en VIH-ITS.
Porque los datos no terminan de ser del todo buenos. Los últimos  publicados por el Plan Nacional contra el Sida –que sólo corresponden a 11 comunidades, parece que las otras no dan información- dicen que entre 2004 y 2008 se ha producdo una ligerísima caída. Pero desde Unapro avisan que en estos dos últimos años las cifras están aumentando. Y los datos, claro, no cuentan las personas que son seropositivas pero no están diagnosticadas.
Además, todavía hay personas, de las que contrajeron la enfermedad en los años 80-90 que hoy en día no cuentan con redes sociales, ni familia, ni amigos ni trabajo, que toman la medicación de manera intermitente y que dependen de organizaciones de acogida para intentar rehacer su vida.
Es una situación que se da en España y en toda Europa y que, de no mantener las políticas de prevención y asistencia podrían llevarnos a que dentro de unos años tengamos que volver a hablar del SIDA como lo hacíamos en los 90.  Con términos como 'pandemia', 'lacra' y 'muerte'. 
Incluso hablando en términos egoístas, es necesario seguir 'gastando' dinero en la prevención. Porque hoy en día el SIDA se ha convertido en una enfermedad crónica. Un mal que requiere medicación de por vida, medicamentos que cuestan una fortuna, y asistencia y revisión continua. 
(Continuará...)