Escrito en 12:20h en de Uncategorized Luisa Ramos
¿Qué se puede decir ante la barbarie del terrorismo? ¿Ante la violencia, la impotencia, la rabia y la pena?. Poca cosa, muy poca cosa. Solo intentar expresar de alguna forma todo ese cúmulo de sentimientos que oprimen el pecho y el estómago.
Catalunya ha sufrido un golpe tremendo. Primero Barcelona. El corazón de la ciudad, La Rambla ha sido roto y violado de la peor forma posible con el terrorismo y la muerte. Nos podía pasar, como pasa en el resto del mundo, pero cuando el pensamiento nos asaltaba de forma inmediata se rechazaba. Más tarde, Cambrils. Su paseo marítimo también ha sido invadido y maltratado de la misma forma. Las cifras varían, las imágenes poco respetuosas circulan con total impunidad, las sirenas rompen el silencio de la noche. No hay sosiego.
Dicen que no se puede vivir con miedo, ese es el mensaje que hay que creerse y mostrarle al mundo. Pero yo si lo tengo. Porque ayer a las cinco de la tarde podía haber estado en La Rambla como cualquier otro día he estado. O podías haber estado tú. O un amigo, o un familiar. O como ha pasado, cualquier ser humano. Porque hablamos de la vida de todos.
Si, hay que ser fuerte, hay que seguir adelante, hay que unirse y no dejarse amedrentar. Sin embargo, cuesta mucho. Muchísimo. La congoja lo impide.
Força Barcelona. Tots som Barcelona.