Desde este punto de vista, Tournée retrata una convivencia bicultural ajena a los parámetros del éxito que vende la globalización y a los dictámenes glamorosos del show business primermundista. De ahí la versatilidad que expresa, a diferencia de otros musicales de factura internacional como el novelado Moulin Rouge! y el esperpéntico Nine.
Amalric retrata roces típicos en los vínculos franco-americanos. Por ejemplo, las ganas de ellas de llamar a Joachim “frog” (sustantivo despectivo que los estadounidenses usan para referirse a los galos) detrás del apodo “grenouille” y de la metáfora de la rana (nunca sapo) que se convierte en príncipe. Por ejemplo, la contestación del protagonista cuando las chicas le recuerdan que el show es de ellas: “sí -reconoce- pero estamos en mi país”.
Dicho esto, el sentimiento de pertenencia nacional o territorial es menos fuerte que aquél de orfandad. De ahí que la troupe involucrada en esta gira conforme una familia y un hogar según la tradición circense y teatral.
Tournée propone entonces un homenaje a las criaturas del espectáculo nocturno que encuentran escenarios disponibles en ciudades de provincia, público entusiasta como la cajera de supermercado que aprende las coreografías para hacerle un show privado a su marido, y descanso/recreación (con suerte, algo de silencio) en hoteles tres estrellas. El tributo se concentra en el tipo de mujer sufrida y a la vez aguerrida que representan Mimi Le Meaux, Kitten on the Keys, Dirty Martini, Julie Atlas Muz y Evie Lovelle.
[Un pequeño dato sugerente en relación con esta reivindicación feminista: el apellido del mencionado Joachim (que interpreta el actor/director) es Zand, casualmente el mismo de la madre del susodicho en la vida real.]
Algunos espectadores encontrarán algo excesivas las casi dos horas que dura el film estrenado el jueves pasado. Otros preferirán un documental sobre el new burlesque antes que una propuesta a medio camino entre la road movie y el musical. Reparos al margen, sólo unos pocos se negarán a celebrar este primer paso del polifacético Amalric como realizador.