Toying – Muñecos malditos Vol.01

Publicado el 30 enero 2015 por César César Del Campo De Acuña @Cincodayscom

Toying…por César del Campo de Acuña

Te reto a jugar conmigo – Muñecos malditos Vol.01

Inspirado por las películas Expediente Warren (2013), Annabelle (2014) y sobre todo por el sensacional canal de Youtube de Matthew Santoro decidí dedicarle algo de tiempo a buscar información sobre muñecas malditas, poseídas y/o encantadas. Este tema recurrente en los relatos de terror (independientemente del formato en que sea presentado) resultaba irresistible para la sección de www.cincodays.com caída en el olvido, Toying. Como aficionado a las figuras de acción y moderado coleccionista de las mismas comparto habitación con una buena cantidad de ellas y aunque las mías son de héroes como Bravestarr o las Tortugas Ninja reconozco que su inalterable mirada puede llegar a ser inquietante.

Bueno, sean o no creyentes de este tipo de historias, compartan o no casa con alguna figura de acción, alguna muñeca o peluche aquí les dejo la primera entrega de Te reto a jugar conmigo – Muñecos malditos, un artículo dedicado a estos aterradores juguetes.

1 Elmo viene a matarte.

Por norma general todas las historias y relatos sobre muñecos malditos, poseídos y/o encantados suelen compartir orígenes artesanales es decir, que no fueron elaborados de manera industrializada y son únicos. Los casos en los que la figura nació en una cadena de montaje son escasos y muy raros, pero existen alguno como el que vivió la familia Bowman en 2008. Su hijo James, de tan solo dos años de edad, pidió a Santa Claus el muñeco Elmo Knows Your Name, un juguete lanzado por la compañía Fisher-Price en 2004 indicado para niños mayores a los 18 meses al que los padres podían programar para que dijera el nombre de su hijo y otras frases. Bien, el peluche de James funcionaba a la perfección y el niño no paraba de jugar con su nuevo amigo de color rojo. Horas y horas de uso hicieron que se le gastaran las pilas. Evidentemente Melissa, madre del niño, no tardo en cambiarle las pilas al muñeco. Lo curioso es que no tuvieron que volver a reprogramar el peluche y que este comenzó a decir Kill James (matar a James) en lugar de simplemente el nombre del crio. James comenzó a repetir la frase y su madre angustiada decidió guardarlo. Fisher-Price ofreció a la familia un vale para remplazar su Elmo Knows Your Name por uno totalmente nuevo y declaro que investigaría el modelo para ver si encontraban otra anomalía similar. No hace falta decir que no se conoce caso de alguna otra unidad que repitiera amenazas de muerte hacia su dueño.

2 Los espíritus quieren juguetes.

Barbie es sin duda la muñeca más popular en el mundo desde que fue lanzada en 1959 por Mattel. La creación de Ruth Handler es tan popular que hasta el espíritu de una niña muerta pidió que le compraran una desde el más allá. Esta historia comienza a principios del siglo pasado; Una pareja de origen alemán (junto a su hija) decidió establecerse en la isla Pualu Ubin de Singapur. Cuando estallo la Primera Guerra Mundial, los británicos desconfiaban de muchos de los extranjeros viviendo es sus colonias y por ese motivo el Ejercito Británico investigo a la pareja alemana en agosto de 1914 debido a que pensaban que eran espías. El día en el que fueron detenidos en su plantación (los británicos confiscaban todas las propiedades de ciudadanos alemanes en sus territorios en aquel entonces) su hija se escapó a la montaña que había tras la casa. Desafortunadamente la pequeña resbalo y cayó por un acantilado y murió. Una capilla fue erigida en su memoria en el año 1974 (hasta esa fecha había sido adorada como una divinidad por los habitantes de la zona) por los lugareños en Pulau Ubin, con un altar de porcelana que supuestamente contenía un mechón de su pelo y el crucifijo que portaba al morir. Hasta 2007 la muñeca de Barbie no apareció. Un hombre de Pualu Ubin tuvo el mismo sueño durante tres noches seguidas. En él, una niña blanca le llevaba hasta una tienda de juguetes donde tan solo había una muñeca Barbie. La niña occidental le decía en el sueño que llevara esa muñeca a la capilla (Santuario de Nuestra Señora de Na Tuk Gong para más señas). El hombre siguió las señas que le habían dado en el sueño y para su sorpresa encontró una tienda de juguetes y dentro estaba la muñeca escogida por la niña. No dudo un segundo en comprarla y en depositarla en el santuario dentro de la urna que había estado allí desde que se erigió la capilla (y en la que ya no estaban los restos de la niña ya que fueron robados). Desde entonces la gente del pueblo y los turistas ahora visitan la muñeca, trayendo ofrendas como el lápiz de labios, perfumes y cremas, esperando que el espíritu de la niña les traerá buena suerte y salud.

3 Annabelle.

Si son de los pocos que aún no conocen la historia de esta terrorífica muñeca de trapo no se preocupen que para eso estamos aquí. Antes de empezar con los hechos que inspiraron la película creo que combine señalar que la Annabelle original es una muñeca de trapo Raggedy Ann basada en el personaje de mismo nombre y creada por Johnny Gruelle y patentada el 2 de septiembre de 1915. Raggedy Ann se convirtió en un éxito desde que fue presentada como un personaje literario en 1918. Tal fue su éxito que los famosísimos Fleischer Studios (Popeye, Superman, Bettie Boop…) produjeron una serie animada sobre el personaje. La muñeca siguió siendo un éxito de ventas hasta bien entrados los años 70 y fue precisamente en esa década cuando sucedieron los terroríficos hechos que rodean a una unidad de las millones de Raggedy Anns que fueron fabricadas. Cuando Donna, una estudiante de enfermería que vivía junto a Angie (una amiga que cursaba la misma carrera universitaria) cumplió los 20 años de edad su madre le regalo una muñeca Raggedy Ann de segunda mano para decorar su habitación. Donna empezó a notar que cuando volvía de la universidad la muñeca no se encontraba en la posición en la que lo había dejado (en ocasiones aparecía con las piernas y brazos cruzados, o en la otra esquina de la habitación). La situación se volvió realmente preocupante cuando la muñeca se comenzó a trasladar sola por la casa. Aún más preocupante que los desplazamientos fueron las notas que comenzaron a aparecer por toda la casa escritas con letra de niño y en los que se podía leer: “ayuda” y “ayuda a Lou” (Lou era el novio de Donna, un chico que desde un principio dijo que había algo siniestro en aquella Raggedy Ann).

En un principio pensaron que alguien se estaba colando en su casa para gastarle estas bromas macabras pero a pesar de que aseguraron puertas y ventanas cada vez que se marchaban los sucesos seguían ocurriendo. La situación empeoró aún más cuando una noche al entrar en su cuarto Donna encontró a la muñeca sobre su cama con las manos manchadas de un líquido rojizo que parecía ser sangre.

Aquello asusto tanto a las jóvenes que terminaron por contratar los servicios de una medium que se encargó de revisar la muñeca. Esta (la médium) les conto que en el juguete habitaba el espíritu de una niña de siete años llamada Annabelle Higgins que había sido asesinada en la zona donde se construyó la casa y que anteriormente había sido un descampando donde la niña solía jugar.  El espíritu de Annabelle le dijo a la medium que se sentía a gusto con Donna y Angie y les pedía que la aceptaran para que pudiera ser amada y cuidada por ellas. Conmovidas por el relato las estudiantes aceptaron al espíritu en sus vidas y comenzaron a llamarle por su nombre.

Cuando Donna le conto la historia de Annabelle a Lou el chico comenzó a tener pesadillas recurrentes con la muñeca (en una de ellas le intentaba ahogar) y le pidió a su novia que se deshiciera de ella. Lo que llevo a los tres jóvenes a contactar con alguien que les ayudara fue la terrible experiencia que Lou vivió con la muñeca poco después de sus terribles sueños. Cuando se encontraba en compañía de Angie, revisando unos mapas comenzaron a escuchar ruidos que provenían de la habitación de Donna. Cuando Lou entró, no notó nada extraño, salvo a Annabelle es una esquina de la habitación. Cuando se acercó a la muñeca, sintió que alguien estaba detrás de él. Lou se giró pero no vio a nadie y de pronto, sintió que algo lo estaba atacando. En su pecho notó que algo le hacía tres marcas verticales y luego cuatro horizontales, formando la marca de la bestia de las cuales comenzó a manar sangre.

Contactaron entonces con Padre Egan, un respetado sacerdote de Connecticut. Cuando escucho la historia supo que los tres jóvenes estaban lidiando con una situación paranormal. Como no quería sacar falsas conclusiones discutió los hechos con el Padre Cooke, el cual le puso en contacto con dos expertos en demonología que conocía. Los expertos eran Ed y Lorraine Warren un matrimonio que contaban con gran experiencia en el tema y habían fundado en 1952 La Sociedad de Investigación Psíquica de Nueva Inglaterra.

Los Warren, tras reunirse con los jóvenes e inspeccionar la casa, explicaron que la muñeca no estaba poseída por una niña, sino por un demonio y que a través de la médium este los había engañado. La muñeca era un objeto que el espíritu maligno usaba para atraer la atención de las jóvenes siendo su verdadero objetivo poseer a Donna. Con la ayuda del Padre Cooke, los Warren realizaron un exorcismo a la casa para liberarla de espíritus. Luego decidieron llevarse a la muñeca con ellos para evitarles más problemas a Donna, Angie y Lou.

Los dos investigadores aseguran que durante el viaje entre el apartamento de las jóvenes y su casa, la muñeca hizo que su automóvil casi se estrellara en varias ocasiones. La única forma de calmar al demonio que tenía poseída a la muñeca fue rociarla con agua bendita. Los fenómenos entorno a Annabelle duraron varios días: la muñeca levitó en contadas ocasiones, comenzó a cambiar de posición dentro de la casa llegando incluso a aparecer dentro de las habitaciones.

Supuestamente la muñeca causo dos accidentes, uno de ellos mortal. El primero le ocurrió a el sacerdote Jason Bradford, el cual estando de visita en la casa de los Warren se dirigió a el juguete en los siguientes términos: “tu no puedes causarle daño a nadie, Annabelle”. Poco después de abandonar la casa el sacerdote se vio involucrado en un accidente de tráfico que casi le cuesta la vida. Los frenos de su coche dejaron de funcionar justo cuando llego a una concurrida intersección de la carretera.

La muñeca fue entonces encerrada en una vitrina que es regularmente purificada con agua bendita y por sacerdotes. Curiosamente y a pesar de su peligrosidad decidieron exponerla en el museo sobre ocultismo que regentan. Una pareja de jóvenes se burló de Annabelle y cuando dejaron el museo sufrieron un accidente de moto que le costó la vida al conductor (falleció en el acto) y su acompañante paso un año en el hospital recuperándose de las secuelas.

Desde entonces no se han registrado más casos. Annabelle sigue encerrada en su en el museo de los Warren.

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