Hace varios meses firmaba una petición de la plataforma Change.org en la que se pedía a los fabricantes de Playmobil muñecos que representaran a todos los niños, incluídos aquellos con alguna discapacidad. Hadas, piratas, vaqueros...que pudiesen vivir las mismas aventuras con sillas de ruedas, muletas o audífonos, y que parte de esos ingresos fuesen a parar a campañas solidarias. Y esta campaña consiguió su objetivo.
Esta iniciativa surgía a raíz del movimiento #ToyLikeMe (Un juguete como yo), creado por padres e hijos con discapacidad en el Reino Unido, que reclamaban juguetes no discriminativos, reflejo de todos los niños, incluídos los niños con alguna limitación. Las redes sociales se inundaron de muñecos "tuneados" y adaptados por esos padres, demostrando que a sus hijos les gustaba identificarse con ellos, algo que en muchas ocasiones trasciende lo lúdico y se convierte en terepéutico.
Una empresa, Makies, se hizo eco del impacto de esta campaña y decidió hacer realidad esa idea, creando una línea de muñecos denominada Toys Like Me, en homenaje al movimiento. Comenzó con tres tipos de muñecas: una con bastón, otra con muleta y otra con una mancha facial. Ni que decir tiene que ha supuesto un éxito por todo el mundo.
La empresa está lanzando nuevos accesorios, como sillas de ruedas o andadores, utilizando la tecnología de impresión 3D. Ésta va a permitir, además, algo muy solicitado: crear muñecas a imagen de sus dueños, lo que realmente va a suponer que los niños se identifiquen con un juguete. La búsqueda de una representación positiva de la discapacidad mediante el juego puede ser un gran avance, sobre todo porque niños sin lesiones cerebrales ni limitaciones fisicas van a poder empatizar y sensibilizarse más mediante este tipo de juegos Personalmente me gusta por lo que representa en sí. Al igual que cuando comenzaron a salir muñecas de distintas razas, dejando la caucásica como una más.