Trabaja en condiciones inhumanas tras discriminación del IMES

Publicado el 08 noviembre 2016 por Pukko @MetropoliSLP

-Hacinada a lado de la escalera, sentada en el suelo o encorvada en un sillón ante la vista de cualquiera como un mueble más.

-La Comisión Estatal de Derechos Humanos no cierra su caso; se buscará acudir a instancias internacionales.

– Para el CEEAV es solo una cifra más que engorda sus expedientes de trabajo

Por Carlos Garrigós.- El Gobierno de Juan Manuel Carreras sigue re victimizando a las mujeres a través de sus instituciones sordas que parecen obedecer ciegas voluntades , ajenas a perseguir un bien común y salvaguarda de los Derechos Humanos.

Su nombre es María de Jesús Alemendarez Prieto , mejor conocida como Marichuy, quien fue objeto de un acoso sexual en SEDUVOP por parte de un funcionario, privada de justicia por autoridades y gracias a la protección de la mafia de Bernardina Lara a través del sindicato SUTSGE que en más de una ocasión ha abandonado a sus trabajadoras (El día de las madres mientras el sindicato celebraba, tristemente varias trabajadoras del estado presentaban queja ante la CEDH) .

Una mujer que para el CEEAV , sólo es una cuna víctima del delito con el número 40/2015, que esta después del 39/2015 y antes del 41/2015. Una mujer que para Instituto de la Mujer donde se habría refugiado por la discriminación de la persona de recursos humanos de SEDUVOP, de un día para otro se volvió un “foco rojo” de acuerdo a palabras de asesores internos y un peligro para la certificación de “no discriminación” por parte del CONAPRED para la institución, menos dinero para Erika Velázquez Gutiérrez , por lo que como un objeto cualquiera, fue desechada.

Una mujer que, ante la Oficialía Mayor, aún bajo la mirada del titular Elias Pecina quien a diario la ve hacinada a lado de la escalera, encorvada en un sillón o sentada en el suelo, no es un humano que merezca dignidad y no avergüenza que esté exhibida dentro de la recepción del inmueble.

Una mujer que para la CEDH es una de tantos casos que no urgen resolver a pesar de haber pasado más de 6 meses de su queja y la cual se acumula con otras tantas, pues para la comisión si urge pedir más presupuesto ante el Congreso.

Marichuy es el símbolo de una lucha incasable de una mujer valiente que se opone a arrodillarse, quien no permitirá jamás el   volverse menospreciar por las instituciones o alguna persona.

Atacada por activistas del feminismo por no alinearse talvez a su proyecto que consta en convivio de reuniones de café y venta de “cursos de sensibilización”, ella se atreve a buscar la justicia que hasta ahora Carreras y su costoso aparato de nada, le ha negado.

Los bríos de Marichuy no sólo le mantienen fuerte, incluso ha tendido su mano a otras mujeres quienes han sido perseguidas como brujas por el Estado, acostumbrado éste a despojarse de los seres humanos que sean molestes a sus intereses personales.

Marichuy lleva 3 años esperando justicia, 3 años sufriendo más injusticas y persecución, optando ahora por acudir a instancias nacionales e internacionales para encontrar justicia y paz sin la necesidad de que desaparezca o muera para con algo de suerte obtenerlas en este Estado de “más y mejor”.