Revista Coaching

“Trabaja en lo que te apasione y no tendrás que volver a trabajar”

Por Lorena White @lorenagwhite

Creo que ya nadie sueña con no trabajar. O a lo mejor sí que sueña con ello, pero lo ve tan imposible que, en realidad, sueña con trabajar en algo que le guste, que tenga que ver (o que directamente sea) con su vocación, que le proporcione cierta estabilidad y que además sea el tipo de trabajo al que uno va contento, que tenga relación con lo que ha estudiado… Sin embargo, el camino hasta dedicarnos a nuestra verdadera pasión puede ser duro, largo y a veces hacerse interminable. Aunque partiendo de la base de que no hay que perder jamás de vista el objetivo (vivir de nuestra pasión), el resto es más trabajo de nuestra propia voluntad y de nuestra mente, que del empleo en sí.

comohacerideal

Una vez en  una entrevista me pidieron que escribiera “mi carta a los Reyes profesional”. Es decir, que dijera cómo sería mi trabajo ideal. Lo hicieron para decirme después que el trabajo para el que estaba aplicando no era precisamente lo que yo pedía en mi carta a lo que yo contesté, literalmente, que lo de los Reyes funcionaba así: “Tú pides y luego traen lo que pueden, ¿no?”. Lo que quise decir y después expliqué fue que ninguno de mis trabajos había sido precisamente un trabajo soñado, pero que yo, con el día a día, la voluntad, la implicación personal y mi mente curiosa en general, había hecho que cada trabajo fuera ideal a su manera.

Porque claro, ya puestos a pasar muchas horas de nuestra vida en el trabajo, lo ideal sería que no fuéramos amargados, ¿verdad? Hoy te traigo 5 formas de hacer ideal un trabajo no ideal :)

1. Agárrate a lo bueno: en cada uno de mis trabajos lo primero que he buscado han sido las cosas buenas. El trato con mis compañeros, que me dejaran vía libre a la hora de aportar mis propias ideas, la actividad que hacía que se me pasara rápido el día… Siempre me centro en lo más positivo que tenga mi situación profesional, porque a veces tendemos a ver sólo lo malo.

2. Demuestra lo que vales y dale caña a lo que se te da bien: puede que tu puesto no sea precisamente la panacea y puede también que en él no te dé ni tiempo ni libertad a desarrollar lo que tú realmente vales. Pero los trabajos tienen a veces una serie de problemas, acontecimientos y oportunidades en los que dar lo mejor de ti. Busca esos momentos: si te centras en lo positivo y cada día piensas que puede ser tu día, acaban llegando.

3. Busca vías para crecer: puede que pienses que las funciones que te han asignado en el trabajo son esas y ya no hay más, pero si hay gente en tu empresa que lleva tiempo ahí y que ha ido ascendiendo o pasando a otros departamentos, quizá sea también ese destino para ti. De momento, céntrate en hacerlo todo lo mejor posible y en mostrar tu mejor faceta como profesional, para que las cosas buenas lleguen.

4. Explota (y entrena) tu vocación por otras vías: si no puede ser en el trabajo, crea un blog o inicia tu pequeño proyecto por Internet. Muchas veces los trabajos son tan absolutamente dispares a lo que nos apasiona, que nos damos por vencidos y hacemos que nuestra vocación se vuelva pequeñita y se esconda en un rincón. Buscar algo que nos ocupe tiempo, a lo que nos dediquemos en otro ámbito de nuestra vida, pero también de forma profesional y con el que nos “desquitemos” esa espinita de que no nos paguen todavía por hacer lo que realmente queremos, puede ser la solución a nuestra frustración inicial.

5. Aunque estés trabajando, no pares de buscar trabajo: cuando mejor se busca trabajo, es trabajando. Porque siempre te puedes permitir rechazar ofertas que te parezcan abusivas o que simplemente no te gusten. Por eso, aunque estés trabajando, no dejes de buscar trabajo. Conoces gente, tener empleo te urge menos por lo que puedes ser más selectivo y siempre tienes capacidad de quedarte donde estás antes de escoger algo peor. Recuerda siempre buscar para mejorar.

NOTA: Ante todo recuerda, la situación económica y laboral en este momento no es en absoluto una situación ideal, así que intenta tener paciencia y que la frustración no pueda contigo. Que te ofrezcan un empleo de mierda, no quiere decir que tu talento o tú mismo valgáis una mierda. Es cuestión de tiempo, si te lo propones concienzudamente y luchas por ello, encontrar, por lo menos, el inicio del camino hacia tu trabajo ideal.


Volver a la Portada de Logo Paperblog