Los trabajadores confirmaron que los siguen obligando a ir a trabajar presencialmente, poniendo en riesgo tanto a los demás empleados como a sus familias; además, esto quiere decir que los filtros sanitarios que deberían estar implementando no están sirviendo de nada. Ya que los “patrones” los niegan en lugar de ayudarlos, entre todos los compañeros se están poniendo de acuerdo para determinar quiénes tuvieron contacto con los infectados para que se vayan a realizar la prueba y así tratar de evitar que ese edificio sea un foco de infección.
Con esta denuncia, los trabajadores quieren hacer público el hecho de que las situaciones de compadrazgos, injusticias y malos tratos se siguen llevando a cabo en esta casa de estudios, a pesar de la esperanza que se le tenía al nuevo rector.