Aparecer en los primeros resultados es la mejor de las ventajas que te puede suceder, pero la inversión en tiempo puede llegar a ser tremenda. La solución rápida: pagar por anuncios, es decir, el SEM. De todas formas, se debe hacer el trabajo de optimizar la página web. Trabajar las tripas de la web para que esté identificada, etiquetada, categorizada, etc.
SEO, redes sociales y posicionamiento
- Existencia de mapa del sitio, robots.txt o .htaccess (si procede)
- URL amigables (estructura de los permalinks en caso de wordpress)
- Uso de los títulos en H1 o H2 para cada uno de los productos
- Aviso Legal, Privacidad y Contacto (esto como mínimo; hay más cosas)
- Diseño responsive (adaptado a tablets y smartphones)
- Existencia de breadcrumbs o migas de pan (googlea para conocerlo)
- Imágenes optimizadas (máxima compresión sin sacrificar calidades)
- Uso de compresión, sistemas de caché, CDN, minificación u otro código para mejorar el rendimiento
- Checking del estado de los DNS
- Descripciones acorde al producto, servicio o empresa
El SEO en internet
Para acabar, nunca te fíes de servicios de posicionamiento web que aseguran tu visibilidad en un período corto de tiempo. Además, el SEO tradicional que ha estado presente durante esta última década se ha ido a pique tras la introducción de nuevos parámetros de valor (contenido útil y sencillo, líder de opinión, alto impacto social, diseños adaptados, velocidad de carga,…) que dejan al intercambio de enlaces, las altas en directorios y la densidad de palabras clave en un segundo plano, además de muchas otras cosas.
En conclusión, trabajar todos estos aspectos de identificación de la web sin más, es un trabajo que lleva tiempo, pero absolutamente necesario e imprescindible.