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¿Trabajas en Dirección General? ¿Cómo reaccionan tus compañeros cuando te ven?

Publicado el 07 noviembre 2014 por Anécdotas De Secretarias Erika Martin @erikassistant
Hoy os hablaré de unos fenómenos extraños que acontecen cuando entras a trabajar en el departamento de Dirección General. Se trata de cómo reaccionan tus compañeros de otros departamentos ante tu presencia. Básicamente son tres: adoración, odio y miedo.

Salvo una pequeña minoría, el resto de los compañeros se posicionan claramente en un bando o en el otro.

Si nunca antes trabajaste en Dirección, estas actitudes te parecerán brutales pero no te preocupes, con el tiempo llegarás a acostumbrarte.

.Aunque en esta entrada hablo de mi, estoy convencida de que cualquiera que trabaje en Dirección General (directivo o puesto técnico) se identificará con alguna de la situaciones que describo más abajo.

Lo más curioso es que los motivos son los mismos en los tres casos:

- las asistentes somos las personas de máxima confianza del directivo
- las asistentes hacemos valer la autoridad del directivo para que las tareas sean ejecutadas
- las asistentes podemos llegar a influir en la toma de decisiones del directivo.
- las asistentes tenemos poder pues decidimos con quién se reúnen, cuándo, dónde, así como los temas a tratar.
Adoración:Desde el primer día que pones los pies en Dirección te salen amigos hasta de debajo de las piedras. Sí, así es. Si antes eras soldado raso y has pasado a trabajar en la zona noble, notarás que habrá gente que en tu "vida anterior" no te saludaba por el pasillo, ahora aprovecha para hacer contigo el Elevator Pitch a cualquier hora y en cualquier sitio, no solo en el ascensor.
Por supuesto, yo tengo mi propia pandilla de "super amigos". Ellos se pasan cada mañana por mi mesa a darme los buenos días y a decirme lo guapa que soy. Aaaaggg suena tan falso... como no se me escapa que todo es por puro interés, me aprovecho un poquito de ellos jeje.

Por ejemplo, saben que a las 10.00 necesito un café y chocolate. Muchas veces son proactivos jeje y me lo traen. Cada mañana me hago la sorprendida. Sin embargo, si a las 10.15 no ha venido nadie, elijo víctima y marco su extensión:- Buenos días, Alberto, tengo una mañana terrible de trabajo. ¿Me traerías un cafetito? Es que no para de sonar el teléfono.

Y Alberto o quien sea me trae mi café y mi donut de chocolate ... uuuummm ¡seeee!- ¿Cuánto te debo?- Nada, te invito. Qué guapa estás hoy.

¿Trabajas en Dirección General? ¿Cómo reaccionan tus compañeros cuando te ven?

¡Toma ya! Café, chocolate y piropo. Más abajo os contaré por qué no me levanto y voy yo a la máquina a por el café.Fue entrar a trabajar en este departamento y descubrir que tengo tal estilazo vistiendo que hasta creo moda. No os riáis. Si estreno falda, camisa o zapatos, al día siguiente aparecen siete igual vestidas. Si me cambio el peinado, ¡pum! a los dos días alguna viene con el mismo corte… Alguna vez he pensado: - Erika, rápate el pelo o tíñetelo de verde o rosa, a ver si alguna tiene huevos a copiarte jejeje. No, la que no se atreve soy yo porque soy de esas que llora cuando va a la peluquería a cortarse las puntas... pero se me ha pasado por la cabeza, que lo sepaís.No hay nada como tener un día ploff y que te venga alguien: - Oh Erika, qué guapa estás hoy, ese vestido te sienta genial, claro, que con esa percha es difícil que algo te caiga mal. Una sabe que se lo dicen por pelotear, sobre todo, cuando has tenido mala noche y llegas con unas ojeras que parece que te han metido un par de puñetazos o cuando te ha salido un grano que es imposible tapar con 7 capas de maquillaje, sin olvidar cuando llegas de vacaciones con 5 kilos de más y llevas la ropa a reventar. No importa, los pelotas están ahí para alegrarte en tu día ploff.

En cuanto a la ropa, no es casualidad que me quede bien. Uy, ha sonado arrogante ¿verdad? Bueno, os diré que he hecho varios cursos de imagen personal. Allí aprendes a vestirte, peinarte y maquillarte según tu fisionomía para sacarte partido y, sobre todo, para utilizarlo como instrumento de marca personal. Realmente cómo vayas vestido puede abrirte o cerrarte muchas puertas, independientemente de tus habilidades.

Os contaré una curiosidad. ¿Veis las noticias de Antena 3 de los fines de semana? La mayoría de la ropa que luce la presentadora, Sandra Golpe, la tengo colgada en mi armario. ¡Qué tía! parece que viene a mi casa a elegir modelito y zapatos.

¿Trabajas en Dirección General? ¿Cómo reaccionan tus compañeros cuando te ven?
Así que cuando veáis las noticias, sabed que lo que ella lleva probablemente me lo puse yo el lunes o el miércoles.

Siguiendo con mis queridos aduladores, de repente te vuelves lista como el rayo. Sí, señor, eres una profesional como la copa de un pino que nunca se equivoca y todo lo haces a la perfección.

Y yo me pregunto ¿cómo no voy a ser una super profesional si llevo 20 años trabajando? anda que vaya tela.. Recientemente hice 10 años en la misma empresa. Supongo que si fuera una inútil, ya me habrían largado hace tiempo.

¿Qué nunca me equivoco? jajaja me muero de la risa...vale, vale, no me pongo zopenca, que se lo crean. Este punto es muy bueno para mi reputación profesional. Lo cierto es que me equivoco y mucho aunque no se nota porque antes de dar por finalizado un trabajo, lo repaso doscientas mil veces hasta dejarlo perfecto.

En definitiva, si eres nuevo en Dirección, no te creas lo que te dicen. Mantén los pies en la tierra. No hay que olvidar que todos esos gestos y piropos te los dicen por puro interés. Algunos se creen que si te tienen contento, seguramente hablarás bien de ellos al gran jefe y tendrán más puntos para su ascenso o como mínimo estabilidad laboral. 

Te recomiendo que mantengas la mente fría y seas humilde, sino tu ego se apoderará de ti y te volverás un arrogante insoportable.
Miedo:Hay personas que te ven por el pasillo y huyen presas del pánico. Claro, tú los miras y piensas “¿Qué pasa? si no muerdo”. Sigo sorprendiéndome cuando veo el pavor en la mirada de la gente al dirigirme a ellos para comentarles algo relativo al trabajo o bien simplemente para entablar una conversación cordial.

Supongo que este miedo hacia mi persona es porque aparezco justo al lado del gran jefe en el organigrama. Eso impone a muchos. Aunque cada vez que veo esas caras pálidas y desencajadas, me dan ganas de gritarles “¡Eeeehh! Que soy una empleada más”No hay situación más incómoda que cuando vas a la cocina de empleados y todo el mundo se queda callado o van desapareciendo hasta quedarte sola. ¿Veis porque utilizo a mis pelotas para que me traigan el café mañanero a la mesa? Lo mismo pasa cuando vas al escáner o la fotocopiadora, por ejemplo. Lo positivo de esto es que no tienes que esperar turno. Llegas y triunfas jaja.

¿Trabajas en Dirección General? ¿Cómo reaccionan tus compañeros cuando te ven?

En fin, este fenómeno es justo lo contrario del anterior. Los compañeros no te hablan no vaya a ser que te caigan mal, vayas a decírselo a tu jefe y terminen en el paro.

Todos los que estamos en Dirección somos humanos, con nuestras virtudes y defectos. Y a los que se mueran de miedo cuando se crucen con el jefe por el pasillo les diré que él también es un empleado más que puede ser despedido en cualquier momento. Una cosa es respeto y otra pánico.Odio:Este fenómeno sí que es llamativo. Hay gente que te odia y te va poniendo la zancadilla cada vez que te mueves. No sé si es por envidia por ser la mano derecha del gran jefe o qué. Lo cierto es que te ignoran como si fueras un mueble y el desprecio es total. Estos son los que se encargan boicotear el trabajo que realizas y de desprestigiarte en cuanto tengan oportunidad. Las puñaladas traperas están a la orden del día. 

¿Trabajas en Dirección General? ¿Cómo reaccionan tus compañeros cuando te ven?

Por ejemplo, les pides unos datos para hacer una presentación por email (porque no te contestan el teléfono) y, en vez de contestarte a ti, escriben un mail a tu jefe con la información solicitada. Si leísteis la entrada de los correos de mi jefe, ya os podréis imaginar lo que hago. Me meto con sus claves, suplanto su personalidad y respondo:Estimado Andrés,Te ruego le hagas llegar los datos a mi asistente. Yo no te los solicité sino ella, que los necesita urgentemente para poder prepararme la presentación de la Junta de Accionistas.Por favor, no nos hagas perder más el tiempo.

Gracias y saludosCEOPD: cuando se los envíes, no me pongas a mí en copia.
Al igual que creo tendencia de moda en la oficina, también hay algunas compañeras que me odian por lo mismo. Una vez me acorralaron varias de ellas en los servicios. ¡Madre mia! Parecían matonas de barrio de bajos fondos. La más lanzada me miró con desprecio y me dijo:

- Erika, Erika, siempre tan profesional y femenina.La escena era tremenda, al menos para mi. Ellas con sus camisas de cuadros de franela tres tallas más grandes de la que les correspondía, sus pantalones de pana y sus zapatillas para moldear los glúteos.  Y yo con mi camisa de seda entallada, mi falda lápiz, mis tacones… claro, ¿cómo no voy a ser femenina a su lado? pongo la mano en el fuego a que iban hasta sin depilar jaja. Qué miedo pasé. Solo atiné a decir:- Creo que no vais vestidas acorde al código de vestimenta de la empresa. Parecéis leñadores de Alaska y esto es una empresa de servicios financieros.Y salí corriendo allí.¿Habéis visto este anuncio? Por favor, escuchad los primeros segundos atentamente.
Tu ropa es tu seña de identidad… si ellas eligen ir disfrazadas de leñadoras muy bien, pero ¿porqué me recriminan a mi que vaya con falda y tacones? jo, no lo entiendo.En este grupo de compañeros se encuentran esos que nunca jamás me llaman para pedir una reunión con mi jefe. Están al acecho y cuando me doy la media vuelta, entran en el despacho. Así, simplemente, porque ellos lo valen. Menos mal que les sale el tiro por la culata porque, según abren la puerta, mi jefe les grita: 

- ¿Te crees que esto es el metro? ¡¡No podéis entrar aquí sin pedirle cita previamente a Erika!!

La sonrisa que se me pone es de oreja a oreja jijiji especialmente en esos días en lo que está de mala leche. ¿Leísteis ya Un día de furia en la oficina?

- A ver, a ver... ¡vaya! hasta marzo de 2025 no tiene hueco.

Ale, si me odian, que sea con motivo jejeje. La verdad es que disfruto estos pequeños momentos de venganza.

Antes cuando despachaba con mi jefe nunca cerrábamos la puerta. Una compañera de estas que me tienen tirria, entraba como un elefante en una cacharrería, interrumpiendo para plantearle alguna duda.Simplemente hacía como si yo no estuviera allí. Mi jefe le respondía para quitársela de en medio y continuar a lo nuestro. Pero entonces ella se acercaba aún mas a la mesa y seguía con sus dudas. Al final me terminaba levantando, yéndome de allí y regresando más tarde. 

Cansada por las interrupciones, decidí cerrar la puerta para que no nos molestara. Pero no dio resultado. Entraba sin llamar y otra vez la misma operación. ¡Qué pesada!

Un día estábamos en medio de mi entrevista anual de objetivos. Una reunión un poco especial porque debates con tu jefe tu rendimiento, te das feedback mutuo, salen todos los trapos sucios ocurridos durante el año .... Pues ella, no sé cortó un pelo y entró:

Ella: Tengo una consulta

Yo: Hola, estoy aquí. ¿Me ves, me oyes? Eo, eo...
Mi jefe: Erika, venga, no empieces.
Ella, ignorándome: Se trata de la operación con el cliente XXX. Está en peligro
(siempre la misma excusa del negocio, los clientes y las urgencias ¡puff! qué aburrimiento)
Yo: Si la puerta está cerrada es por algo. ¿No sabes que hay que llamar antes de entrar y esperar a que te den permiso?
Mi jefe: Rosa, si no te importa, vuelve en media hora. 

¡Toma yaaa! Menos mal que mi jefe me apoyó. A fecha de hoy sigue interrumpiendo cada vez que entro en el despacho de mi jefe. Aunque estoy estrenando una nueva técnica para evitarla. Ahora me reúno con él a primera hora que es cuando ella lleva a sus hijos al cole.

Evidentemente no puedes caer bien a todo el mundo. A mi me da igual que me critiquen por cómo voy vestida. Incluso no me importa que se inventen bulos y chismorreen sobre mi. Sin embargo, cuando esto pasa al plano profesional y repercute gravemente en mi trabajo por falta de compañerismo, no dudo ni un momento en ponerlo en conocimiento de mi jefe. Es que a mi no me van los juegos sucios ni las puñaladas traperas. 

No os confundáis, no soy chivata. Solo lo he hecho en un par de ocasiones en los 20 años que llevo trabajando y siempre aportando pruebas. Uno de estos casos rozaba con el mobbing y el resultado fue despido inmediato.

¿Odias a la asistente o a cualquier otro compañero? Adelante, hazlo pero que sea con motivo justificado.

Bueno, contadme ¿cómo reaccionáis vosotros cuando tenéis delante a alguien de Dirección?
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