Hace muchos años, cuando trabajaba en el rubro Personal Eventual, recuerdo lo importante que era saber, con precisión, cuánto días al mes trabajaba una persona. El concepto de ¨días caídos¨ era clave para estimar los costos que insumían cada uno de los colaboradores. A la empresa se le cobraba un coeficiente que se aplicaba sobre el sueldo bruto y que incluía, los períodos no laborables por enfermedad, accidente o licencia. Recuerdo el concepto llegaba a hasta un 4 al 6 % mensual. Es decir que de 240 días de trabajo efectivo, en el año, unos 12, no se trabajaban...
Un promedio interesante, si lo comparamos con el trabajador independiente.
La verdad es que no cuento con estadísticas respecto a este ítem pero voy a tomarme como ejemplo: ya no recuerdo cuando fue la ultima vez que dejé de trabajar por estar enfermo o haberme accidentado. Quizás un día en estos últimos 10 años, anulé algún horario porque estaba con fiebre. Ni siquiera estoy seguro...lo supongo.
Será que los que trabajamos de manera independiente tenemos más anticuerpos y nos enfermamos menos?
El hecho no estar en contacto, todos los días y constantemente, con compañeros, superiores y otros con quienes compartimos espacios en común, reduce la posibilidad de contagio?
Estaremos, constantemente, dentro de nuestras casas u oficinas, sin riesgo de accidentarnos?
Cuando los autonómos estudiamos, las carreras son más fáciles y no necesitamos ¨días por examen¨?
Tendremos menos compromisos familiares o personales - casamientos, muertes, mudanzas - porque somos autónomos y aislados?
Me resisto a creer que quienes trabajan en relación de dependencia y se ausentan al trabajo, muchas veces, están exagerando y podrían seguir adelante con sus tareas. Tampoco pienso que le prestan más atención a sus propios síntomas y faltan al trabajo preventivamente, para evitar males mayores. Y menos que ¨los independientes¨ seamos más sanos y más fuertes que el resto de los mortales.
La explicación es más simple, creo. Los autónomos, cuidamos nuestro trabajo porque de él dependen nuestros ingresos.
Apenas hace frío, nos abrigamos. Tomamos precauciones y estudiamos cuando tenemos tiempo libre. Si estamos lastimados - y tratamos de no lastimarnos - , nos arreglamos para seguir trabajando porque el lucro cesante nos impacta de lleno en nuestros bolsillos. Y hasta protestamos porque hay demasiados feriados que hacen que nuestros ingresos puedan disminuir.
Organizamos nuestros ¨días y horas caídos¨ de acuerdo a nuestra conveniencia, tratando que no impacten en el resultado de nuestra actividad. Tenemos ¨la camiseta puesta¨ como pocos, no hace falta que nadie nos recuerde cuál es nuestro compromiso. Somos los dueños de nuestro trabajo, nos rendimos cuentas a nosotros mismos.
La relación de dependencia promueve el delegar los resultados en otros...y desligarse de algunas responsabilidades.
La responsable de Recursos Humanos de una empresa, una vez me dijo: ¨yo soy una profesional independiente que trabaja en relación de dependencia¨. Quizás sea esta la manera en que todos debiéramos entendernos como personas de trabajo.