Por Antonio Orihuela
A pesar de que estas prácticas son contrarias al derecho laboral europeo, ningún gobierno duda en subvencionarlas generosamente con dinero público para que se instalen aquí, aunque no paguen impuestos y declaren sus beneficios en paraísos fiscales. La escusa de la creación de empleo soslaya estos pormenores, al igual que ocurre con el cierre de librerías y supermercados culturales contra los que estas multinacionales se aplican con técnicas de competencia desleal que hacen imposible la continuidad de estos negocios, destruyendo casi veinte veces más empleo del que crean. ¿Qué cómo es posible esto? Pues como siempre, presionando sobre lo más vulnerable, los trabajadores. Las condiciones laborales de estas empresas virtuales rozan la ilegalidad. El contrato de trabajo solo es firmado tras pasar quince días a prueba, con tres ausencias el trabajador es despedido, en ocho horas de duro trabajo físico el trabajador tiene dos lapsos de veinte minutos de descanso para reponer fuerzas y comer algo, aunque la sala de descanso está tan lejos que este tiempo se reduce a cinco o seis minutos por sesión, muchos no aguantan los ritmos de trabajo y los desvanecimientos son frecuentes, a pesar de esto, la enfermería permanece cerrada durante la noche para ahorrar gastos. En los dominios de Amazon, Jean Baptiste Malet, nos cuenta su experiencia de infiltrado, sus dolores de espalda, de cuello, su falta de apetito, el agarrotamiento de manos y piernas a causa de la monotonía del trabajo, el embotamiento intelectual: “Ayer cuando me acosté, y antes de dormirme, me volvía loco, tenía la impresión de que mis manos seguían haciendo paquetes… Estaba destrozado después de una noche de trabajo, pero no podía dormir, me encontraba crispado, estaba nervioso y, sin quererlo, seguía haciendo paquetes en mi imaginación… me he vuelto loco… si pudiera, abandonaría… pero, bueno… Amazon es lo único que hay. Hacía cuatro meses que estaba buscando curro… me siento reducido a no ser otra cosa que alguien que trabaja de noche en Amazon”.
Antonio Orihuela. Ruido Blanco. Ed. La Vorágine, 2018