Ya hemos hablado en varias ocasiones de lo importante que es tener una ACTITUD positiva ante los acontecimientos que nos suceden en el día a día. Hoy vamos a hablar de nuestras APTITUDES. Para ello, antes de nada vamos a diferenciar Actitud de Aptitud:
ACTITUD es la forma de actuar de una persona, el comportamiento de las personas para hacer las cosas.
APTITUD es la capacidad que tienen las personas para hacer las cosas (intelectual y emocional).
Para trabajar las aptitudes con una actitud mental positiva hay una herramienta que surge en el ámbito empresarial para determinar las ventajas competitivas y poder realizar la estrategia a seguir: el análisis DAFO. Un DAFO es una matriz en la que una empresa se analiza a sí misma y al entorno para identificar sus fortalezas y las posibles amenazas que puedan surgir en un proyecto, como paso previo a crear una estrategia, un proceso que nosotros vamos a utilizar para el análisis a nivel personal.
DAFO son las siglas de Debilidades, Amenazas, Fortalezas, Oportunidades:
- FORTALEZAS: Son las cosas en las que yo soy bueno internamente (dibujo bien, soy buen comunicador, soy sociable, creativo…) Es lo que se nos da bien hacer.
- DEBILIDADES: Es lo que debería mejorar de mí mismo: soy impaciente, impulsivo…
- OPORTUNIDADES: Son las ayudas favorables que tengo del exterior: tengo muchos amigos, mi familia me apoya…
- AMENAZAS: Es lo contrario a las oportunidades y también son externas: mi relación de pareja no es buena, en este caso tu pareja será una amenaza.
Cuando hablamos de fortalezas y debilidades nos referimos a aspectos internos, propios, mientras que las oportunidades y amenazas son externos, del entorno. Respecto al origen, las fortalezas y oportunidades se consideran positivos, mientras que las debilidades y amenazas se pueden considerar aspectos negativos.
El primer paso es elaborar un listado con tus debilidades y fortalezas, así como de las amenazas y las oportunidades que existen en tu vida. Hay muchas personas que no son conscientes de sus defectos o debilidades, si éste es tu caso, le puedes preguntar a una persona que te conozca muy bien. Es muy importante analizar estos aspectos de la manera más objetiva posible y no tener miedo de ser exhaustivos, luego podremos priorizar.
Las fortalezas y las debilidades dependen de uno mismo, y se pueden mejorar o subsanar. Las amenazas y las oportunidades vienen marcadas por el exterior, y sólo se pueden minimizar o aprovechar.
Después ordena este listado de mayor a menor colocando cada una en una matriz similar a la siguiente.
Cuando ya hemos completado la matriz, analizaremos la información preguntándonos:
- Debilidades: ¿cómo superarlas?
- Amenazas: ¿cómo afrontarlas?
- Fortalezas: ¿cómo destacarlas?
- Oportunidades: ¿cómo aprovecharlas?
Por último voy a cruzar los listados, lo que me marcará la estrategia a seguir:
- Fortalezas y Amenazas: detalla los riesgos que me puedo encontrar, por lo que debo buscar en mis fortalezas fórmulas para afrontar las amenazas.
- Fortalezas y Oportunidades: muestra nuestra mejor línea de acción, debo usar mi potencial y mis puntos fuertes para mejorar mis oportunidades.
- Debilidades y Oportunidades: aquí están los desafíos que me voy a encontrar, debo ver cómo superar mis debilidades para aprovechar las oportunidades.
- Debilidades y Amenazas: finalmente, nuestras limitaciones, lo que me dirá qué pasos debo dar para minimizar mis debilidades frente a las amenazas del entorno.
Igual al verlo así te parece algo complicado, pero verás que según vayas desarrollándolo no lo es. Gracias a esta herramienta podremos saber lo que se nos da realmente bien hacer y conocer lo que tendríamos que mejorar. Es fundamental ser honestos y realistas en nuestro trabajo de análisis, para que las acciones que determinemos como estrategia sean lo más efectivas posible.
octubre, 2013 © Alicia Yagüe